jueves, 29 de septiembre de 2011

Con los platos abiertos

Con la miel en el plato

De la miel lo sabemos todo. La utilizamos para cualquier cosa y en todos lados. Pongamos algunos ejemplos:
Recetas con clara tendencia a la mejora de nuestra vida sexual:
-Que si úntamela aquí, ó quítamela de allá…

-¡Pero qué asco! ¡A ti quién te dijo que me llenaras el ombligo con eso! ¿Pero qué has hecho? ¡Era el último bote que me quedaba! ¡Sal de mí cocina!...

Como cosmética de belleza:

-Mezclamos una cucharadita de miel, con medio yogurt a ser posible natural.  Lo batimos todo junto, hasta que se quede una pasta semicompacta y nos la untamos de forma uniforme por todo el rostro.
Dejaremos el emplasto en la cara unos 5 minutos de reposo.
¡Ojo! En caso de urticaria repentina acudir al centro medico más próximo.

Es fácil encontrarla en el saber popular de los pueblos:

-¡Será sinvergüenza! me ha dejado con la miel en los labios.

-Últimamente, eres muy cariñosa conmigo. Estas haciéndote de miel.

-¡Es genial! Las cosas van marchando muy bien, todo va como miel sobre hojuelas.

Si quisiera concentrarme en hablar solo de la miel, sería muy difícil y poco original. Ya lo sabemos todo de ella. Diferentes clases, texturas y olores, lo trabajadoras que son las abejas y lo explotadas que las ha tenido el hombre desde que el mundo es mundo. A  la miel le pasa lo que al cerdo, se aprovechan hasta los andares.
En busca de un poco de información distinta, para no caer en los tópicos típicos de este rico jarabe, cuando estaba apunto de tirar la toalla, voy y me encuentro con un hechizo de amor.

-Estupendo… (Me dije)
-Me copio la receta y además, me la hago en casa.

Eso hice, y pa´lla que me voy con los cacharros:
¡Atentos todos y todas! No estoy bromeando. Voy a darle un uso nuevo a la miel. Aparte de conseguirme un novio, que eso, aunque yo los prefriero en la distancia, no está demás tener de vez en cuando uno cerquita, por si se tercia un apaño.

¡Ojo que empezamos!
-Tenemos que escribir con un lápiz 3 veces en un papel, el nombre de la persona a la que queremos tener al lado.

Primer dilema ¿Y si no es uno? ¿Y si yo quiero tener a mi vera 2 ó 3? Uufff, mal empezamos.

-Continuamos:
Poner este papel, donde hemos escritos los nombres de nuestros futuros amantes, encima de otro papel pero este de aluminio, y verte sobre el, una cantidad moderada de miel de abeja ó romero.
Ponemos el Pause ¿moderada según el cálculo de quién? ¿Tres cuartos del bote, medio bote, dos cucharadas y media?…
-Envolver todo y decir mentalmente…
 ¡Y ojo con esto que explico a continuación! ¡cito textualmente lo que ponía la receta!
-No es este papel de aluminio lo que quiero enamorar, si no el nombre de la persona que esta escrita en el papel blanco.
Yo, en principio y estoy casi segura de que será así, no me veo saliendo con un paquete de papel Albal, ni con una caja de bolsas para congelados, ni plástico transparente de los que se usan para mantener fresca la mortadela del bocadillo.
Mi relación con el papel de aluminio, a lo máximo que hemos llegado es, cuando en la peluquera me envuelve el cabello después de haberlo masajeado con un tinte, para que el color agarre, y cubra todas mis canas rebeldes.
-Seguidamente, el paquete…

Se entiende que es el de la miel con el papel blanco y el de aluminio.
-Lo enterramos en el jardín…
¡A ver bonita! eso será para quien lo tenga
- O en su defecto en una maceta…
¡Qué necesidad tienen mis plantas de sufrir mi desamor! ¿Con que valor las voy a ocupar con mis perjudicadas historias amorosas?
Bueno, el caso es que yo, tendré que irme a los invernaderos que están detrás de casa, porque a la playa ¡paso! Siempre hay perros escarbando y me dejan solterona de por vida los muy cuadrúpedos.
Claro, como ellos con olerse el culo ya tienen todo resuelto…
-Para terminar…
 ¡Gracias a Dios!
-Si viéramos que el efecto es algo lento, volveríamos hacer lo mismo 3 veces. Con la seguridad que como máximo a la tercera, conseguimos ver realizados nuestros sueños.
¿No se sienten estafados haciendo esta estupidez?
Con lo fácil que es salir a la calle practicar las relaciones sociales de una forma sana, divertida ¡la de toda la vida de Dios!
Y con lo rica que esta la miel, embadurnadita sobre rebanadas de pan recién sacados del honor, con quesito tierno, con crema de guayaba, jugar con ella haciendo dibujos sobre las galletas María, con leche en el invierno, como sustituto del azúcar en el té, directamente de la cuchara a la boca, en queques y panqueques, en rapaduras y turrones. ¡De mil amores estaría de por vida comiéndola!

¡Con la de cosas provechosas que se pueden hacer con este almíbar y yo, gastándola en soberanas tonterías!


María del Mar Benítez

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