Tenemos el enorme placer de presentarle al nuevo compañero de viaje de El Secreter: Ediciones Babylon.
Es una editorial creada en el 2010, en plena crisis, con una firma idea: creer en el escritor y el lector.
¿Cómo? Muy sencillo ofreciéndoles nuevos productos, apoyándose en las nuevas tecnologías.
"A día de hoy contamos en nuestro catálogo con diversas novelas y cómics
en soporte papel, pero también en libro electrónico, porque opinamos que
el libro electrónico no es el futuro, es el presente."
En nuestra página, desde hace algún tiempo, pueden disfrutar de un enlace en la que pueden disfrutar de las últimas novedades que nos ofrece Ediciones Babylon, concretamente, en el margen derecho.
Esperamos que esta unión sea muy positiva, no solo, porque a nuestros secreteros/as les acercamos la posiblildad de conocer una editorial como Babylon , sino conocer a un numero de escritores e ilustradores que no están en los circuitos editoriales conocidos.
Buena salud para ambos en este viaje.
Eramos programa de radio, ahora solo somos ARTE, ESPACIO unidos a la radio, pero siempre en camino
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lunes, 6 de mayo de 2013
viernes, 12 de abril de 2013
70 años no es nada.....
Cómo pasa el tiempo, ¿no? Se han cumplido , el pasado 6 de abril, 70 años de la primera edición del clásico de los clásicos: El Principito.
Considerado como literatura infantil, la verdad es que, en él, quedan atrapados tanto jóvenes como adultos. Es un libro sencillo que cuenta cosas sencillas , que te enamora desde la primera palabra. El poder de la imaginación, la aventura, el viaje. Todo es posible en las páginas de este pequeño libro que nos enseña a soñar despiertos.
Felicidades, Principe!!!!
"Aprendí bien pronto a conocer mejor esta flor.
Siempre había habido en el planeta del principito flores muy simples adornadas con una sola fila de pétalos que apenas ocupaban sitio y a nadie molestaban. Aparecían entre la hierba una mañana y por la tarde se extinguían. Pero aquella había germinado un día de una semilla llegada de quién sabe dónde, y el principito había vigilado cuidadosamente desde el primer día aquella ramita tan diferente de las que él conocía. Podía ser una nueva especie de baobab.
Pero el arbusto cesó pronto de crecer y comenzó a echar su flor. El principito observó el crecimiento de un enorme capullo y tenía le convencimiento de que habría de salir de allí una aparición milagrosa; pero la flor no acababa de preparar su belleza al abrigo de su envoltura verde. Elegía con cuidado sus colores, se vestía lentamente y se ajustaba uno a uno sus pétalos. No quería salir ya ajada como las amapolas; quería aparecer en todo el esplendor de su belleza. ¡Ah, era muy coqueta aquella flor!
Su misteriosa preparación duraba días y días. Hasta que una mañana, precisamente al salir el sol se mostró espléndida.
La flor, que había trabajado con tanta precisión, dijo bostezando:
-¡Ah, perdóname… apenas acabo de despertarme… estoy toda despeinada…!
El principito no pudo contener su admiración:
-¡Qué hermosa eres!
-¿Verdad? -respondió dulcemente la flor-. He nacido al mismo tiempo que el sol. El principito adivinó exactamente que ella no era muy modesta ciertamente, pero ¡era tan conmovedora!
-Me parece que ya es hora de desayunar - añadió la flor -; si tuvieras la bondad de pensar un poco en mí...
Y el principito, muy confuso, habiendo ido a buscar una regadera la roció abundantemente con agua fresca. "
Considerado como literatura infantil, la verdad es que, en él, quedan atrapados tanto jóvenes como adultos. Es un libro sencillo que cuenta cosas sencillas , que te enamora desde la primera palabra. El poder de la imaginación, la aventura, el viaje. Todo es posible en las páginas de este pequeño libro que nos enseña a soñar despiertos.
Felicidades, Principe!!!!
"Aprendí bien pronto a conocer mejor esta flor.
Siempre había habido en el planeta del principito flores muy simples adornadas con una sola fila de pétalos que apenas ocupaban sitio y a nadie molestaban. Aparecían entre la hierba una mañana y por la tarde se extinguían. Pero aquella había germinado un día de una semilla llegada de quién sabe dónde, y el principito había vigilado cuidadosamente desde el primer día aquella ramita tan diferente de las que él conocía. Podía ser una nueva especie de baobab.
Pero el arbusto cesó pronto de crecer y comenzó a echar su flor. El principito observó el crecimiento de un enorme capullo y tenía le convencimiento de que habría de salir de allí una aparición milagrosa; pero la flor no acababa de preparar su belleza al abrigo de su envoltura verde. Elegía con cuidado sus colores, se vestía lentamente y se ajustaba uno a uno sus pétalos. No quería salir ya ajada como las amapolas; quería aparecer en todo el esplendor de su belleza. ¡Ah, era muy coqueta aquella flor!
Su misteriosa preparación duraba días y días. Hasta que una mañana, precisamente al salir el sol se mostró espléndida.
La flor, que había trabajado con tanta precisión, dijo bostezando:
-¡Ah, perdóname… apenas acabo de despertarme… estoy toda despeinada…!
El principito no pudo contener su admiración:
-¡Qué hermosa eres!
-¿Verdad? -respondió dulcemente la flor-. He nacido al mismo tiempo que el sol. El principito adivinó exactamente que ella no era muy modesta ciertamente, pero ¡era tan conmovedora!
-Me parece que ya es hora de desayunar - añadió la flor -; si tuvieras la bondad de pensar un poco en mí...
Y el principito, muy confuso, habiendo ido a buscar una regadera la roció abundantemente con agua fresca. "
jueves, 3 de enero de 2013
La metáfora como excusa
" En las oficinas húmedas de esa redacción agonizaban cada noche mis ilusiones de ser escritor. Permanecía hasta la madrugada empezando nuevas novelas que dejaba a mitad de camino desilusionado de mi talento y mi pereza. Otros escritores de mi edad obtenían considerable éxito en el país y hasta premios en el extranjero: el de la Casa de las Américas, el de la Biblioteca Breve de Seix Barral, el de Sudamérica y Primera Plana. La envidia, más que un acicate para terminar algún día una obra, operaba en mi como una ducha fría"
Muy pocas veces un prólogo me había calado tanto como el de Antonio Skármeta. Muy pocas veces me había identificado tanto con un escritor, como con el párrafo que inicia esta entrada sobre el libro de Antonio Skármeta, El Cartero de Neruda. Cuando uno quiere ser escritor y siente que la vida se va y la pereza, la envidia y un conjunto de sentimientos superfluos, pero existentes y cancerígenos te rodean, no ves ninguna palanca que accionar que te haga levantar el boli, la mano sobre el teclado del ordenador. y dejarte llevar por el tintineo de las teclas y la rápidez de tu cabeza que te dicta palabras sin concierto, ni acierto, pero que escribes por no sé qué razón. Después de esta epifanía literaria, me pregunté, qué tenía este libro, para que Antonio saliera de ese ostracismo literario autoimpuesto, y lo que descubrí solo es equiparable a lo que sienten los que ven el mar por primera vez; los que prueban placer sin ataduras; los que viajan en bicicletas sin ayuda. Un placer que solo da la lectura. El Cartero de Neruda es un libro sencillo, pero bello. Su belleza radica en la sencillez de esos sentimientos, de los pensamientos de las acciones, de hablar y sentir sin pensar, o por lo menos sin pensar dando giros imposibles. Un Neruda en su momento mas álgido de su carrera, un cartero que sin pensarlo, sin quererlo, sin apenas darse cuenta, hace poesía, por una razón:
-¡P´tas que me gustaría ser poeta !
-¡Hombre! En Chile todos son poetas. Es mas original que sigas siendo cartero. Por lo menos caminas mucho y no engordas. En Chile todos los poetas somos guatones.*
-Es que si fuera poeta podría decir lo que quiero.
-¿Y qué es lo que quieres decir?
-Bueno , ése es justamente el problema. Que como no soy poeta, no puedo decirlo.
Con este fin , Mario , no descansará hasta tener la capacidad de decirle a Beatriz, su musa, la mujer que lo desarma, que la ama. Es un viaje no solo por los sentimientos de Mario, sino por la situación política de Chile y por lo mas intimo de un poeta, que al final se dejó embaucar por la sencillez del hombre enamorado, su cartero.
* Guatón: adj. NO Arg., Bol., Chile, Ec. y Perú barrigudo. U. t. c. s.
Muy pocas veces un prólogo me había calado tanto como el de Antonio Skármeta. Muy pocas veces me había identificado tanto con un escritor, como con el párrafo que inicia esta entrada sobre el libro de Antonio Skármeta, El Cartero de Neruda. Cuando uno quiere ser escritor y siente que la vida se va y la pereza, la envidia y un conjunto de sentimientos superfluos, pero existentes y cancerígenos te rodean, no ves ninguna palanca que accionar que te haga levantar el boli, la mano sobre el teclado del ordenador. y dejarte llevar por el tintineo de las teclas y la rápidez de tu cabeza que te dicta palabras sin concierto, ni acierto, pero que escribes por no sé qué razón. Después de esta epifanía literaria, me pregunté, qué tenía este libro, para que Antonio saliera de ese ostracismo literario autoimpuesto, y lo que descubrí solo es equiparable a lo que sienten los que ven el mar por primera vez; los que prueban placer sin ataduras; los que viajan en bicicletas sin ayuda. Un placer que solo da la lectura. El Cartero de Neruda es un libro sencillo, pero bello. Su belleza radica en la sencillez de esos sentimientos, de los pensamientos de las acciones, de hablar y sentir sin pensar, o por lo menos sin pensar dando giros imposibles. Un Neruda en su momento mas álgido de su carrera, un cartero que sin pensarlo, sin quererlo, sin apenas darse cuenta, hace poesía, por una razón:
-¡P´tas que me gustaría ser poeta !
-¡Hombre! En Chile todos son poetas. Es mas original que sigas siendo cartero. Por lo menos caminas mucho y no engordas. En Chile todos los poetas somos guatones.*
-Es que si fuera poeta podría decir lo que quiero.
-¿Y qué es lo que quieres decir?
-Bueno , ése es justamente el problema. Que como no soy poeta, no puedo decirlo.
Con este fin , Mario , no descansará hasta tener la capacidad de decirle a Beatriz, su musa, la mujer que lo desarma, que la ama. Es un viaje no solo por los sentimientos de Mario, sino por la situación política de Chile y por lo mas intimo de un poeta, que al final se dejó embaucar por la sencillez del hombre enamorado, su cartero.
* Guatón: adj. NO Arg., Bol., Chile, Ec. y Perú barrigudo. U. t. c. s.
miércoles, 2 de enero de 2013
Recomendación literaria
Patria
A Zoé Valdés, la conocía de oídas, ahora la conozco desde lo más profundo de sus letras.
“La nada cotidiana” es una novela corta pero intensa que relata la vida cotidiana de una joven cubana, que intenta navegar en un mar de incertidumbres que bordea su viejo y destartalado país, Cuba.
Amores derruidos, política infumable y una desgarradora historia de supervivencia que invita al lector a seguir descifrando la vida de Patria.
Patria, que así se llama la protagonista de esta historia, es una mujer que con ganas de cambios, con ganas de mejora para su entorno, se refugia en la escritura y de esa forma, poder seguir soñando con un país libre.
Excelente obra literaria, que lanzo de forma internacional a la no menos excelente literata caribeña.
Mar Benítez
A Zoé Valdés, la conocía de oídas, ahora la conozco desde lo más profundo de sus letras.
“La nada cotidiana” es una novela corta pero intensa que relata la vida cotidiana de una joven cubana, que intenta navegar en un mar de incertidumbres que bordea su viejo y destartalado país, Cuba.
Amores derruidos, política infumable y una desgarradora historia de supervivencia que invita al lector a seguir descifrando la vida de Patria.
Patria, que así se llama la protagonista de esta historia, es una mujer que con ganas de cambios, con ganas de mejora para su entorno, se refugia en la escritura y de esa forma, poder seguir soñando con un país libre.
Excelente obra literaria, que lanzo de forma internacional a la no menos excelente literata caribeña.
Mar Benítez
domingo, 14 de octubre de 2012
RECOMENDACIÓN LITERARIA

De una carta, una novela…corta
Una amiga, le cuenta a otra amiga.
-¿Cuántas veces nos hemos visto en esa situación las mujeres?...Pues en un montón de ocasiones. Prácticamente toda nuestra vida.
Dos íntimas, que esperan encontrar una en la cabeza de la otra, la solución a sus problemas.
Carmen Riera tropezó con la excusa perfecta (una carta) para escribir "Cuestión de amor propio".
Novela corta o como me gusta llamarlas a mi, novelas de una noche, que narra de forma epístolar, una historia de un amor entre un escritor de éxito y una escritora, que no lo es tanto.
Ángela le cuenta a Ingrid, lo bien que la trató Miguel. Lo feliz que la hacia. Más tarde, Ángela descubre que Miguel no la quería como ella pensaba. No en los términos en los que se había fijado la pareja.
Ingrid (personaje que no abre la boca en ninguna de las páginas) se convierte en clave importante y fundamental de esta historia de amor roto, por abuso y conveniencia del galardonado escritor.
Novela rica en vocabulario e imágenes que hará que el lector, no aparte la vista de sus renglones.
En la edición que me he leído, una edición del año 1988 y de la editorial Tusquets. Además de descubrir a la escritora mallorquina, también he descubierto a un pintor fantástico, Xavier Sierra de Rivera, que cedió "La Pausa" (titulo del lienzo que ilustra la portada) para con muy buen gusto, iniciar la lectura de las palabras de Riera.
Otra cosa curiosa que me encontré antes de empezar a leer, es la dedicatoria que alguien ajeno a mí, escribió:
-"Que esta lectura te ayude a encontrar tú cómplice en la vida, sin perder nunca Tú amor propio-
Mari-Bel. 14-2-93"
Probablemente, este libro que llegó a mis manos por que alguien (también ajeno a mí lo cedió a una biblioteca) fuera un regalo de una amiga a otra amiga.
Se comprende que la siguiente en sucesión, era yo. Estaba escrito.
Tengo la sensación, de que esto ha sucedido de la misma forma que en las bodas, se sortea el ramo de la novia.
Un numeroso grupo de mujeres que se apilan y reparten codazos, igualito que en un partido de rugby, atentas todas a que la novia lance el ramillete de flores, y el muy…"volador" cae en los brazos de la que menos se espera.
Para los interesados en venir a pedirme…"el ramo" que sepan que este libro, no saldrá más de viaje.
Lo dejaré junto a la autobiografía de Marilyn Monroe. Ella sabrá como curar la tristeza de Ángela, la escritora, mediocre.
Mar Benítez
martes, 17 de julio de 2012
Recomendación literaria
Anna aprobó por los pelos
He tardado en leerlo ¡una barbaridad!
No me enganchó al principio, lo hizo al final.
Estaba dejando un sabor agridulce. ¡Uuuf! Mal rollo.
Todo comienza en una cena de Navidad, donde los cuñados no se soportan y la oveja negra de la familia, termina por desahuciar la noche. Un comienzo muy socorrido y que no me hacía esperar mucho de la lectura.
Charles Balanda, arquitecto de éxito, y bla, bla, bla, (una vida ideal) Recibe la noticia de la muerte de la mujer, que se había convertido en el amor de su vida, siendo él , un niño , y ella, una señora madura. De hecho, era la mamá de su amiguito del alma.
Es tanto el parecido que va tomando la novela con la película “El graduado”, que hasta la propia Anna Gavalda, lo dice en uno de los capítulos, por si alguien no se había dado cuenta.
En fin, que el muchacho en cuestión, ya con el cuerpo y la mente construidos, decide cambiar los aires de su vida y se embarca en una aventura.
Sale al mundo, en busca del hijo de Anouk, que así se llamaba, la amante amiga del preadolescente.
En esta búsqueda ¡y gracias a Dios! La novela se torna más interesante.
Aparece en escena Kate. Una joven inglesa que se ve envuelta en una maternidad no prevista. Ya que su hermana y su cuñado mueren en un accidente de coche y bla, bla, bla.
La improvisada upper, se hace responsable de sus sobrinos y más niños que van apareciendo, a lo largo y ancho de las 631 páginas.
Kate es un personaje que me encantó. Mitad Mary Poppins, mitad Pipi Calzaslargas. Un amor de mamá innovadora, que cría a su nueva familia, en medio de una granja, más llena de estiércol que de personas.
Héroes disparatados, que me hicieron recapacitar y no mandar a paseo, una historia que al final, hasta me resultó inteligente.
Novela divertida aunque ya les digo, difícil de encontrarle el punto.
A la escritora italiana Anna Gavalda, voy a tener que darle la razón, por saber como contar una gran historia de amor, al más puro estilo europeo. Donde lo más importante no es la historia afectiva, si no encontrar la respuesta, para los que se pregunten, si la vida merece la pena.
Mar Benítez
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