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lunes, 17 de septiembre de 2012

Dulce y esponjoso como la madalena

Así son las fiestas del barrio zaragozano La Magdalena, dulce y esponjosas. Bien horneada que diría un pastelero/a. A finales de los 80, las asociaciones culturales y colectivos que trabajan por una mejora y dinamización de este barrio, el de la Magdalena, apostaron por hacer grandes cambios en sus calles, que por aquel entonces no estaba pasando por su mejor momento. Sus vecinos, lejos de tirar la toalla, se ponen manos a la obra y empiezan a organizar "La semana de la Madalena"Ya sabemos que el barrio tiene nombre de mujer, pero sus habitantes prefieren llamar al barrio con nombre repostero.
El lema de este año fue "25 años tomando las calles" En esta fiesta de la cultura participan 60 colectivos y pequeños comercios, que para la edición de este año, propusieron 100actividades que variaban entre comidas populares, micro teatros, cross nocturno, circuitos en bicicleta, actividades infantiles, verbenas y conciertos.
Todo un ejemplo para los ciudadanos, y lo que es más urgente...para políticos.


jueves, 29 de marzo de 2012

Kilometro 0...

“Au chien qui fume” ó si lo prefieren “El perro que fuma”

Hace como unos 27 años, emprendí vuelo rumbo París.
Con 24 años (ya pueden sacar las cuentas) y un montón de nervios en el estomago, salí por primera vez de la isla, yo solita, con un francés más que suficiente, para lo que yo lo quería. ¡Conquistar a La Tour Eiffel!
Qué decepción me llevé, cuando me coloco bajo sus faldas y mirando con desilusión aquella masa de hierro, que sigue siendo solo eso, una masa de hierro. Afortunadamente, no todo fue desencanto.
Y de eso les hablo hoy, del descubrimiento simpático y agraciado de los restaurantes franceses.
“Au chien qui fume” es un restaurante de los que cultivan el encanto.
Todavía no he explicado, qué hacía yo aprendiendo la lengua de los gabachos.
Con 24 años, ya rozas el límite de edad para poder trabajar de “fille ouper”. Con esa excusa la de trabajar cuidando niños, viajar, ver mundo, conocerlo, aprender otra lengua y convivir con gentes de otras culturas, para mí es sin duda, la mejor de las experiencia para balbucear una lengua, que no es la materna.
La familia con la que yo, no solo trabajaba si no que también compartía casa, mesa y mantel, habían organizado un fin de semana en una casa familiar, a las afueras de Versalles.
No estoy segura del nombre exacto, del bosque donde pasaríamos las mini vacaciones. Algo así como San Cristof, San Alejandro o San Joseph. Sé que era un santo, pero no recuerdo su jurisdicción.
Lo que si recuerdo es que la casona ¡era de película! Con sus armaduras y pasadizos secretos. Camas altas y cubiertas con colchas de terciopelo rojo. Cuadros donde figuraban personajes a cual más feo y amorfo. Ya les digo, una ¡pasada de refugio del siglo…! No sé cuantito. Se veía que años tenía unos cuantos.
Devuelta el domingo a San Cloud (vivíamos a las afueras de París) Hicimos una parada para almorzar, en el mismo corazón de Versailles.
Yo estaba encantada, solo faltaba que me salieran Los Tres Mosqueteros por cualquiera de los rincones de tan atractivo lugar.

-“El perro que fuma” María, este restaurante se llama “El perro que fuma” y ya veras por qué-
La mamá de los niños a los que yo cuidaba, me advertía de que algo muy curioso iba a ocurrir delante de mis narices.
Véronique Gouda (que así se llamaba la señora de la casa) además de guapa y lista, tenía un gusto exquisito a la hora de elegir los restaurantes.
Véronique trabajaba en el Museo de Artes Decorativas de Paris, ¡y hay que ver! que buen ojo tenía para saber si un cuadro era bueno o malo.
Nos sentamos cerca de un ventanal que daba a la calle. No había clientes y el ambiente era muy agradable.
En lo que nos traían el almuerzo, yo me levante y recorrí de forma circular el restaurante. Todas sus paredes estaban llenas de retratos de personajes populares. No necesariamente tenían que ser franceses, también habían muchos personajes políticos del extranjero.
Lo curioso del caso, es que las caras de estas gentes, no eran humanas, sencillamente eran personajes famosos con hocicos de perros.
¡Un cosa maravillosa! El hocicar que se me quedó grabado en la memoria, fue el retrato canino de Mijail Gorbachof.
¡Qué lugar más campechano! Dentro de la rigidez propia de los países fríos, aquello fue un relajo.
Mi ignorancia y yo, no sabíamos que pedir para comer, así que deje que ella lo hiciera por nosotras. Calamares con guarnición de papas. Tampoco es que se matara en la elección. Supongo que pensó que había sido suficientemente amable con llevarme a un restaurante elegante, como para que también tener que sorprenderme con un plato de la “nouvelle cousine”.
Yo tenía tanta hambre, que me comí hasta el perejil que adornaba tan fino manjar. Me dio igual, superé con creces las risas que se formaron en mi entorno por no haber dejado la fina hierba en un rincón, junto a la cubertería.
“Au chien qui fume” se instalo en Paris, en el año 1780. El de Versalles, fue fundado en 1839. Yo pensaba que solo había uno, pero después de tantos años descubro que no, que hay unos cuantos repartidos por todo el país.
No pierdo la esperanza, de volver a visitar tan bonito lugar. Hasta podría pedir los mismos calamares que tanta risa generó en aquella familia, llena de notas culturales.
Aquel almuerzo, el fin de semana, y la belleza del campo francés, convirtieron mi estancia en tan refinado país, muy a pesar de ellos, en una experiencia, inolvidable.

Mar Benítez

jueves, 1 de marzo de 2012

La cueva de los cangrejos ciegos

Los Jameos del Agua, al igual que la Cueva de los Verdes, se localizan en el interior del túnel volcánico producido por la erupción del Volcán de la Corona. Los Jameos del Agua se encuentran situados en la sección de este túnel más cercano a la costa. Deben su nombre a la existencia un lago interior que constituye una formación geológica singular. Se origina por filtración al encontrarse por debajo del nivel del mar. El túnel formado por la erupción del Volcán de la Corona es uno de los más largos del mundo con más de seis kilómetros de longitud. El desprendimiento parcial del techo de una sección de este túnel forma una estructura denominada con vocablo aborigen de "Jameo" que no es más que la abertura o boca del terreno que permite el acceso a las diferentes grutas. Los más de seis kilómetros conocidos se prologan desde el cráter del volcán hasta que se adentra en el mar en un tramo submarino de un kilómetro y medios denominado "Túnel de la Atlántida".
Está formado por al menos tres jameos o aberturas en el terreno. El "Jameo Chico" por donde se realiza el acceso al interior, el "Jameo Grande" y un tercero, denominado "Jameo de la Cazuela". Debido a la singularidad de su estructura, sobre los Jameos del Agua operan dos figuras de protección medioambiental. De una parte, se encuentra situado dentro del Monumento Natural del Malpaís de la Corona y, de otra, su declaración como Sitio de Interés Científico. A estas protecciones le debemos sumar la declaración de Bien de Interés Cultural con la categoría de Jardín Histórico que, al igual que otras obras espaciales de César Manrique realizadas en Lanzarote, le es concedida por sus importantes valores patrimoniales.
El nacimiento de una ideaLos Jameos del Agua es el primer Centro de Arte, Cultura y Turismo creado por César Manrique, y es el reflejo de uno de sus pilares creativos: la armonía entre la naturaleza y la creación artística.Los Jameos del Agua como obra completa es atribuible a César Manrique. Sin embargo, la complejidad del proyecto y las repetidas estancias en Nueva York durante los primeros años de creación del Centro hacen que, sobre todo en las en las primeras fases de adecuación del tubo volcánico, delegue parte del trabajo en uno de sus colaboradores más directos: el artista Jesús Soto, que había sido el artífice de la espectacular iluminación y adecuación de la Cueva de los Verdes. A principios de los años sesenta, y debido al abandono del entorno, se hace necesario acometer labores de limpieza y de acondicionamiento. Aunque las obras se dilataron en el tiempo, podemos señalar el año 1966 como fecha de la apertura de las primeras fases al público. La especial morfología del tubo volcánico provocó que se realizaran numerosos cambios del proyecto inicial, explorando nuevas alternativas creativas y procurando que las soluciones adoptadas fuesen las más adecuadas.Será en 1977, después de más de una década de trabajos, cuando quede conformada la estructura general de los Jameos del Agua. En estas mismas fechas se procede a la inauguración oficial del centro, incluyendo el Auditorio, y se considera conclusa la obra.Aún así, y con posterioridad, se realizan nuevas instalaciones para funciones concretas como el espacio museístico de la "Casa de los Volcanes" (uno de los más importantes centros de investigación científica a nivel mundial). Este centro cumple, desde 1987, una importante labor científica y didáctica sobre la vulcanología.

viernes, 27 de enero de 2012

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Enanos de La Palma en 1936
  Los enanos viven en La Palma
Cada 5 años, a la isla de La Palma le crecen los enanos.
Entre el mes de julio y agosto, con motivo de la Bajada de la Virgen de las Nieves, a la isla bonita se la engalana, para recibir a miles de visitantes con motivo de esta ancestral fiesta popular.
El que los hombres se disfracen de enanos para éste evento, les diré que según la información de los estudiosos del tema, se lleva realizando en la isla desde el año 1680.
Para el que no lo haya visto nunca, se estarán preguntando ¡de qué cosa rara les hablo! Pues les hablo nada más y nada menos de que, hombres como castillos se enfundan en unos enormes disfraces, simulando ser enanos.
Su vestimenta consta de: Peluca modelo Luis XV, gorro napoleónico, cuerpo de largas manos, cortas patas y una cabeza del tamaño de la luna.
A día de hoy solo ellos y algún palmero y palmera afortunados, saben como es posible semejante fusión genética, mezclando con descaro 1.80cm de altura con un 1.30cm tirando por lo bajo.
La Danza De Los Enanos da comienzo con 30 hombres.  Primero salen a la calle vestidos de juglares, suben al escenario y cantan al ansioso público que esperan con ganas la segunda parte del show patrimonial.
Una vez terminada la cantata, estos 30 caballeros entran en una caseta pequeña y con tejado a dos aguas, con el propósito de sufrir la segunda y más importante transformación.
Tímidamente, asoma el hocico el primero de los enanos, seguido de un segundo, un tercero y así hasta que toda la plantilla ya vestidos con las ropas de lujo, danzan de forma estrambótica interactuando con el público, en especial con los niños.
Simulan peleas entre ellos, molestan de forma sana a los espectadores al compás de la musiquilla pegadiza y monótona, que todo canario tiene grabada en su memoria y que cada 5 años, vuelve a sonar por la calles de cualquiera de las 7 islas.
No he tenido el placer de vivir esta fiesta lustral en primera persona, pero como si lo hubiera hecho. Son unas fiestas tan esperadas, que la isla si ya es pequeña en su origen, se encoge mucho más con la llegada de los enanos, los oriundos de la zona y el foráneo que llega incluso de otras partes del continente, intentando averiguar, que cosa tan rica son las rapaduras, que bebida tan fuere es el agua tierra y por supuesto ¡como demonios es posible! que hombres tan grandes, puedan caber en disfraces para enanos.

Mar  Benítez 

martes, 24 de enero de 2012

Los Urus, entre Bolivia y Perú



Los Urus son una etnia que se distribuye en la meseta del Collao entre Bolivia y Perú. En el pasado, ocuparon mucha más extensión, llegando hasta la cuenca del Pacífico, esos si, siempre como esclavos.
Actualmente las que se encuentran en Bolivia, son 3 grupos que se hacen llamar: Irohito, Cipayo y Mureto. Los del Perú, están distribuidos en un grupo de islas flotantes, cerca de una bahía cerca del lago Titicaca.
Antiguamente hablaban varias lenguas, en la actualidad solo el Chipaga, Aimene y el castellano como lengua materna.


lunes, 16 de enero de 2012

¡Che! viste que lindo lugar...

El mercado de San Telmo tiene más de cien años de vida, edad que para la joven Argentina no es poco. Este espectacular espacio construido en hierro y conformado por arcos, vigas y columnas, parece diseñado por el mismísimo Eiffel. Sin embargo, fue un visionario argentino el que lo creó. El gran mercado (ocupa un cuarto de manzana) fue el primero en su género en funcionar en Buenos Aires. Hasta hace pocos años, allí se podía encontrar de todo; hoy, ante la competencia de los supermercados, ha debido cambiar su historia y, entre los pocos puestos de víveres, se mezcla un gran mercadillo de pulgas.El Mercado de San Telmo es otro maravilloso espacio que los porteños querríamos recurar… Aún así tengo que reconocer que puedo pasarme horas caminado embobada entre sus puestos de mármol, mirando el techo de hierro, y curioseando entre los mil objetos y antigüedades que allí se venden.

Nota: Esta información, ha sido sacada del blog minube. Gracias a Serviajera

martes, 29 de noviembre de 2011

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Barrio de San Francisco, un trocito andaluz en las afortunadas

Lo descubrí por casualidad.
Había leído en una revista cultural, que parte del festival gospel de Canarias, se celebraría en la Iglesia de San Francisco. Y allí que me presente.

San Francisco es un barrio de arquitectura mozárabe y se encuentra en pleno corazón de la ciudad de Telde, en Gran Canaria.
Se conserva como una joya histórica. Pero eso, no hace que las gentes no puedan vivir allí. Por supuesto ese sueño se hace realidad, bajo una cifra de dinero considerable. Uno puede comprar una de las casas y restaurarla respetando la estética del bario. Ese requisito no siempre ocurre. De hecho, entre cantera y cantera, se puede ver como los visillos de corte nórdico, adornan las ventanas de delgada armadura, a causa del paso de los tiempos.

San Francisco invita al recogimiento espiritual. Se respira paz a través de sus muros eclesiásticos en todos los momentos del día.

Ninguno de sus edificios están abiertos al público, exceptuando la iglesia, donde ya dije, se celebran conciertos, porque no decirlo, de alta calidad.
Gospel, jazz, blues, bosa nova, lírica, clásica junto con otros estilos, se pueden escuchar durante prácticamente todo el año. Auque hay que decir, que este año, la cosa no ha sido tan dinámica. Cada vez tenemos menos oportunidad de vivir el placer de sentir música dentro de esta pequeña ermita teldense.


Este distrito de estilo andalusí, esta dentro de otro casco histórico, el de San Juan.
San Francisco, fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 1.981, conservando dentro de sus lindes, el único acueducto típico de la península y que se sigue manteniendo gracias a los cuidados de preservación.
En su origen se llamó Altozano, y fue un asentamiento no solo de los aborígenes canarios, si no que mucho más tarde llegaron artesanos desde Sevilla, para instalarse en este barrio considerado pobre y de origen humilde. De ahí, que las calles tengan ese aire andaluz, que inevitablemente nos transporta hasta la España del siglo XVI.
Casas bajas, con tejados de dos aguas y con un anexo dentro de la propia vivienda como huerto no como jardín, que sería lo normal en estas tierras.
Las callejuelas están empedradas y son laberínticas. Con grandes cruces por sus esquinas.
Les aseguro que la sensación que uno siente cuando pasea entre ellas, es que no estoy en Canarias si no en Granada.
Finalmente, fue bautizado como Barrio de San Francisco, porque en 1.610, cuando la orden de los franciscanos, construyeron el convento que está en las mismas lindes que la iglesia.
En ese convento, se hizo una rampilla pequeña a modo de mostrador giratorio, donde las madres solteras o  sencillamente, las que no podían mantener a sus hijos, depositaban al bebe en la plataforma de madera, tocaban la campanilla, y era entonces cuando aparecían las religiosas para recoger al recién nacido.

Es un lugar imposible dejarlo atrás. Una autentica delicia del legado cultural que nos dejaron en las islas. Solo por el placer de caminarlo merece la pena su visita. Y si cuadra, disfrutar de uno de sus magníficos conciertos musicales.
Les dejamos contemplando algunas de las estampas de este fabuloso e historio barrio del municipoio de Telde en Gran Canaria.







María del Mar Benítez

sábado, 22 de octubre de 2011

Kilometro 0

La mayoría de los viandantes no reparan en él, y es una lastima.
En Midtown Nueva York, alberga en una de sus calles, concretamente en la 53, cerca del 5º Avenida y de San Patricio, 5 trozos del Muro de Berlín.
Por otro lado, este, no es el único lugar en los EE.UU, donde podemos encontrar pedazos de la triste historia alemana.
En el Newmuseum, en la Avenida de Pennsylvania en Washington, se exponen la mayor colección de trozos de este muro, que se encuentren fuera de Berlín.
Pero no queda hay la cosa. Ronald Reagan, que por cierto, no tuvo que pagar su pedazo de hormigón, también fue galardonado con uno de estos trozos, ya que el gobierno alemán quiso así, hacerle un reconocimiento público por convatir al comunismo. también gozo de los grafitis tatuados en estas piedras, y que nunca sabremos si eran de su gusto o no.
Hartmut Jahn, fotógrafo de profesión, se propuso averiguar donde y en que estado se encontraban los restos de muro que el gobierno alemán, vendió sin ningún tipo de pudor.
A parte de fotografiar al ya mencionado Reagan, descubrió otros lugares donde era extraño encontrar pedacitos de la historia alemana. Como por ejemplo, en el Vaticano, lugares exótico como pudiera ser un jardín Zen en Japón y en una residencia privada en Ibiza, donde el empresario alemán Olaf Stölt, supo adaptar las esculturas en su bonito chalet, como testigo histórico para los residentes de la isla.
Esta documentación gráfica se pueden ver en el Ministerio del Exterior Alemán, acompañadas de las respectivas entrevistas hechas a los «nuevos propietarios».
81 bloques especialmente atractivos por sus grafitis se subastaron en 1990 en Montecarlo, con un precio de unos 5.000 euros - 9.000 dólares de hoy.
La mayoría de los fragmentos, están en los Estados Unidos: aparte de los ya mencionado anteriormente, también se pueden ver en, el Museo del Muro - Archivo de la Guerra Fría de Los Ángeles, o en la Biblioteca y Museo presidencial Franklin D.Roosevelt, entre otros sitios.
Edwina Sandys, escultora y nieta de Winston Churchill, conserva uno de los bloques en el Westminster College de Missouri, donde en 1946 su abuelo acuñó, en un discurso sobre la expansión del comunismo, la célebre expresión «cortina de hierro».
El Muro de la vergüenza, se usó para hacer monumentos históricos, piezas decorativas o artísticas y también para trofeos y souvenires, como los miles de pequeños fragmentos de autenticidad dudosa que se pueden comprar por monedas en cualquier casa de souvenires de Berlín. O sea que, la vergüenza no se fulminó con su desaparición, es más, se alimentó como se alimenta a un mal recuerdo.
María del Mar Benítez

domingo, 9 de octubre de 2011

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La Quinta da Regaleira o el imperio de los sentidos

Sintra, un pueblecito portugués, no es famoso tan solo por sus deliciosos pasteles de Sintra. La Quinta Da Regaleira o  Palacio Da Regaleira, ha ayudado mucho a que el valor arquitectónico de este lugar, se diera a conocer al mundo.
Existen más fincas por los alrededores de características similares, pero como aquella, ninguna. 
El palacio es el edificio principal de la finca, siendo La quinta La Regaleira el nombre más común con el que conocemos esta maravilla de la construcción portuguesa.
También fue llamado Palacio do Monteiro dos Milhönes, en español, Palacio de Monteiro el de los millones, por el apellido de su primer propietario, que gozaba de fama por ser un hombre rico.
Son cuatro hectáreas de palacio, jardines lujuriantes, lagos, criptas y edificios enigmáticos. Lugares que guardan relación con la alquimia, la masonería, los templarios y la rosacruz.
La quinta, evoca a la arquitectura románica, gótica, renacentista y manuelina, típicamente lusitánica.
Toda esta mezcolanza de filosofía y arquitectura, hace que tanto el palacio como sus jardines, nos provoque escalofríos, en todos y cada uno de los poros de nuestra piel.
Aquel lugar emana oscurantismo, orgías, sacrificios humanos y también cultura. Mucha cultura.
Carvallo Monteiro, uno de los primeros habitantes del palacio, y el arquitecto italiano Luigi Mnini, fueron los artífices de esta obra magna.

Desde el año 1697, que era un terreno de lo más normal, eso si, con mucho bosque, estas dependencias han pasado por nueve manos diferentes.
Desde empresarios que canalizaban el agua de la Sierra para crear fuentes, pasando por las excentricidades de la Baronesa Regaleira, que fue la que mando hacer una casa de campo en la finca, además de un escenario en uno de los laterales del jardín, donde en noches de verano, se recitaba poesía bajo las estrellas, y horas más tarde orgías.
Años más tarde, la hacienda fue comprada por un grupo de japoneses que cerraron la casa a cal y canto, impidiendo que la gente pudiera visitarla, llegando a terminar este pleito, en las manos del ayuntamiento, que ganó la batalla judicial a los asiáticos, haciéndose Portugal con este edificio que fue nombrado por la UNESCO, como patrimonio de la humanidad.

La finca está llena de símbolos como, la luna, el sol, la tierra, la cruz de la Orden de Cristo, etc.
Toda la propiedad, está interconectada por una serie de pozos y cavernas que constituyen, un curioso entramado de grutas repartidas por el bosque anexo a la casa.
Los lugareños, relatan escabrosas historias sobre cultos masónicos, rituales satánicos y cristianos gnósticos-escatológicos.
También cuentan, que por las noches se ven luces por el bosque, al mismo tiempo que en la casa.
Finalmente, decir que esta finca está inspirada en la Divina Comedia de Dante.

La visita es muy recomendable, nada de tener que pagar mucho dinero por entrar a la casa. Aquí se funciona con un precio simbólico, que se utilizará para el mantenimiento de la misma.
En la taquilla, te entregan un mapa donde, sin guía, tienes la oportunidad de recorrer todo aquel mundo, y por mucho miedo que pases en algunos momentos, nunca te pierdes, ni pasa nada malo. Todo lo contrario.
Es un lugar espectacular y si se pudiera, no me importaría pasar unas cuantas noches dentro de tanto misterio.




María del Mar Benítez


lunes, 19 de septiembre de 2011

Kilometro O....Los lunes son para Benito

Todo pasó muy rápido. Cuando me quise dar cuenta, ya estaba ejerciendo de guía voluntaria en el Teatro Pérez Galdós.
Dentro de poco, cumpliré un año de visitas en el Coliseo Canario.

Impone, y tanto que impone aquel salón de butacas rojo escarlata, haciendo juego con las lazadas aterciopeladas de las vidrieras del Salón Camilla Saint-Saëns

La primera vez que me lancé a la piscina, a pesar de que mis compañeras, de forma elegante, insistían en que mejor no, que andaba muy verde, impuse mí empeño y aunque insegura, lo hice.
No estuve brillante, lo reconozco. Gracias a que había una soprano ensayando en el escenario, y eso, distrajo a la turista de mis tropiezos, amortiguando mí caída en picado al rincón de los que suspenden el examen.
Que mal lo pasé las primeras semanas. El estigma de poco estudiosa se me quedo clavado durante un tiempo en la frente.
He ido mejorando, ahora sí que es un verdadero placer dedicarle mis lunes a Benito, a mi maestro y su teatro.

Lo primero que hago cuando llego a este edifico, que desprende perfumes de otra época, es empujar las pesadas puertas engalanadas con tachuelas inglesas, y que dan la entrada al patio de butacas, invitándome a pasar.
Saludo a los lienzos de Néstor y a la corte de querubines, que danzan y cantan mientras que Apolo me vigila desde arriba, con dos féminas andrógenas reposando de costado.
Son tan hermosos y tan reales, que se duda si son frescos o lienzos.

Miguel, respetando la obra que nació de los pensamientos de Francisco Jareño de Alarcón, le pidió a su hermano Néstor, que posara sus manos en aquel lugar, y que exaltara los espacios del teatro de la mejor forma que solo él sabía. Regando los techos con las frutas fértiles de la tierra, flores desmaquilladas y pájaros salvajes que se estiran fuera del marco.
Haciendo de lo viejo algo nuevo. Tapizando las paredes con papel, que a la vista parece terciopelo.
Con la restauración terminada, también se reparó el bautizo del teatro, dejando de llamarse Tirso de Molina, para pasar a llamarse Teatro Pérez Galdós, siendo Electra madrina de la ceremonia.
¡¿En qué estaría pensando yo cuando estuve apunto de retirarme en estampida?! 

Me asustaba tanto la idea de ver que me estaba convirtiendo en un altavoz del teatro, que me tentó el abandono.
Empecé a sorprenderme a mi misma. La gente a la que guiaba me decían cosas como…

-Qué bien lo hace y cuantas cosas sabe usted


-Que pena, uno que vive aquí tan cerca y nunca se nos había ocurrido entrar a visitar este lugar tan bonito.


-No es que yo sepa tanto, tengo unos apuntes, además siempre nos queda Internet. Lo que hay que tener son ganas… (Contestaba yo quitándole importancia, porque me sonrojaba)

Con este ánimo, me fui asentando en el vestíbulo que da la bienvenida al forastero.

Lo amo ¡Es así!  ¡Amo a mí teatro! ¿Por qué no debería dedicarle mis lunes a Benito? Mostrarle al turista la espectacularidad de sus salones. La discreción de los proscenios diseñados para recibir a los amantes. Las maderas que Miguel ordeno traer de Cuba y de la Guinea.
Café con leche que le sirvió a Eduardo Gregorio como materia prima para hacer de la caoba, fruteros negros de fruta madura.
Como voy a negarle a nadie, que no pise la escalera que te lleva al siglo XXI. Convidar a la gente a que pasen por la sala del Maestro Valle. Agacharse para ver a Kraus dormitando dentro de una vitrina.
Hacer gestos de dolor, al explicar que aquellas son las tortuosas sillas del viejo gallinero. Dejar que el brillo del mármol pulido ciegue los ojos del que mira, sorprendido por la belleza que no conocía. Llevar a al publico hasta las fotos de antaño. Relatar sin miedo, el misterio de la diosa que no esta. Contar lo ofendida que se quedó la sociedad de entonces, con las viñetas que Galdós dedicó al monumento cercano al mar, sin saber que años más tarde llevaría su nombre.

Y lo bien que le ha sentado al teatro su vestido nuevo.
La chacinería siempre en ebullición, y la sastrería con sus costureras y modistos, que lo mismo te hace una capa del siglo XVII, que un refajo de la época victoriana.
Un nuevo foso para la orquesta, nuevos atriles, nuevos espectáculos, nuevas ideas y nuevos aires en el archipiélago.

Un estímulo recién estrenado en mi agenda. Un teatro viejo que se hace nuevo, cada vez que suena la filarmónica en la curva de la herradura que le da forma, al sueño de los que somos cortejados, por las historias que se cuentan en este espacio sagrado.
Les dejamos el link del teatro, por si quieren saber mas: http://www.teatroperezgaldos.es/

María del Mar Benítez