martes, 29 de noviembre de 2011

Kilometro 0

Barrio de San Francisco, un trocito andaluz en las afortunadas

Lo descubrí por casualidad.
Había leído en una revista cultural, que parte del festival gospel de Canarias, se celebraría en la Iglesia de San Francisco. Y allí que me presente.

San Francisco es un barrio de arquitectura mozárabe y se encuentra en pleno corazón de la ciudad de Telde, en Gran Canaria.
Se conserva como una joya histórica. Pero eso, no hace que las gentes no puedan vivir allí. Por supuesto ese sueño se hace realidad, bajo una cifra de dinero considerable. Uno puede comprar una de las casas y restaurarla respetando la estética del bario. Ese requisito no siempre ocurre. De hecho, entre cantera y cantera, se puede ver como los visillos de corte nórdico, adornan las ventanas de delgada armadura, a causa del paso de los tiempos.

San Francisco invita al recogimiento espiritual. Se respira paz a través de sus muros eclesiásticos en todos los momentos del día.

Ninguno de sus edificios están abiertos al público, exceptuando la iglesia, donde ya dije, se celebran conciertos, porque no decirlo, de alta calidad.
Gospel, jazz, blues, bosa nova, lírica, clásica junto con otros estilos, se pueden escuchar durante prácticamente todo el año. Auque hay que decir, que este año, la cosa no ha sido tan dinámica. Cada vez tenemos menos oportunidad de vivir el placer de sentir música dentro de esta pequeña ermita teldense.


Este distrito de estilo andalusí, esta dentro de otro casco histórico, el de San Juan.
San Francisco, fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 1.981, conservando dentro de sus lindes, el único acueducto típico de la península y que se sigue manteniendo gracias a los cuidados de preservación.
En su origen se llamó Altozano, y fue un asentamiento no solo de los aborígenes canarios, si no que mucho más tarde llegaron artesanos desde Sevilla, para instalarse en este barrio considerado pobre y de origen humilde. De ahí, que las calles tengan ese aire andaluz, que inevitablemente nos transporta hasta la España del siglo XVI.
Casas bajas, con tejados de dos aguas y con un anexo dentro de la propia vivienda como huerto no como jardín, que sería lo normal en estas tierras.
Las callejuelas están empedradas y son laberínticas. Con grandes cruces por sus esquinas.
Les aseguro que la sensación que uno siente cuando pasea entre ellas, es que no estoy en Canarias si no en Granada.
Finalmente, fue bautizado como Barrio de San Francisco, porque en 1.610, cuando la orden de los franciscanos, construyeron el convento que está en las mismas lindes que la iglesia.
En ese convento, se hizo una rampilla pequeña a modo de mostrador giratorio, donde las madres solteras o  sencillamente, las que no podían mantener a sus hijos, depositaban al bebe en la plataforma de madera, tocaban la campanilla, y era entonces cuando aparecían las religiosas para recoger al recién nacido.

Es un lugar imposible dejarlo atrás. Una autentica delicia del legado cultural que nos dejaron en las islas. Solo por el placer de caminarlo merece la pena su visita. Y si cuadra, disfrutar de uno de sus magníficos conciertos musicales.
Les dejamos contemplando algunas de las estampas de este fabuloso e historio barrio del municipoio de Telde en Gran Canaria.







María del Mar Benítez

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