domingo, 9 de octubre de 2011

Kilometro 0

La Quinta da Regaleira o el imperio de los sentidos

Sintra, un pueblecito portugués, no es famoso tan solo por sus deliciosos pasteles de Sintra. La Quinta Da Regaleira o  Palacio Da Regaleira, ha ayudado mucho a que el valor arquitectónico de este lugar, se diera a conocer al mundo.
Existen más fincas por los alrededores de características similares, pero como aquella, ninguna. 
El palacio es el edificio principal de la finca, siendo La quinta La Regaleira el nombre más común con el que conocemos esta maravilla de la construcción portuguesa.
También fue llamado Palacio do Monteiro dos Milhönes, en español, Palacio de Monteiro el de los millones, por el apellido de su primer propietario, que gozaba de fama por ser un hombre rico.
Son cuatro hectáreas de palacio, jardines lujuriantes, lagos, criptas y edificios enigmáticos. Lugares que guardan relación con la alquimia, la masonería, los templarios y la rosacruz.
La quinta, evoca a la arquitectura románica, gótica, renacentista y manuelina, típicamente lusitánica.
Toda esta mezcolanza de filosofía y arquitectura, hace que tanto el palacio como sus jardines, nos provoque escalofríos, en todos y cada uno de los poros de nuestra piel.
Aquel lugar emana oscurantismo, orgías, sacrificios humanos y también cultura. Mucha cultura.
Carvallo Monteiro, uno de los primeros habitantes del palacio, y el arquitecto italiano Luigi Mnini, fueron los artífices de esta obra magna.

Desde el año 1697, que era un terreno de lo más normal, eso si, con mucho bosque, estas dependencias han pasado por nueve manos diferentes.
Desde empresarios que canalizaban el agua de la Sierra para crear fuentes, pasando por las excentricidades de la Baronesa Regaleira, que fue la que mando hacer una casa de campo en la finca, además de un escenario en uno de los laterales del jardín, donde en noches de verano, se recitaba poesía bajo las estrellas, y horas más tarde orgías.
Años más tarde, la hacienda fue comprada por un grupo de japoneses que cerraron la casa a cal y canto, impidiendo que la gente pudiera visitarla, llegando a terminar este pleito, en las manos del ayuntamiento, que ganó la batalla judicial a los asiáticos, haciéndose Portugal con este edificio que fue nombrado por la UNESCO, como patrimonio de la humanidad.

La finca está llena de símbolos como, la luna, el sol, la tierra, la cruz de la Orden de Cristo, etc.
Toda la propiedad, está interconectada por una serie de pozos y cavernas que constituyen, un curioso entramado de grutas repartidas por el bosque anexo a la casa.
Los lugareños, relatan escabrosas historias sobre cultos masónicos, rituales satánicos y cristianos gnósticos-escatológicos.
También cuentan, que por las noches se ven luces por el bosque, al mismo tiempo que en la casa.
Finalmente, decir que esta finca está inspirada en la Divina Comedia de Dante.

La visita es muy recomendable, nada de tener que pagar mucho dinero por entrar a la casa. Aquí se funciona con un precio simbólico, que se utilizará para el mantenimiento de la misma.
En la taquilla, te entregan un mapa donde, sin guía, tienes la oportunidad de recorrer todo aquel mundo, y por mucho miedo que pases en algunos momentos, nunca te pierdes, ni pasa nada malo. Todo lo contrario.
Es un lugar espectacular y si se pudiera, no me importaría pasar unas cuantas noches dentro de tanto misterio.




María del Mar Benítez


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