miércoles, 21 de septiembre de 2011

Marcel Marceau, maestro del silencio

Recuerdo de Marcel, que era un hombre delgado, huesudo y el pelo tan negro como el picón.
Lo mismo emanaba alegría desde su sombrero de copa con flor anaranjada, que se llenaba de pucheros y te embutía en una tarde de triste.
Los mimos me parecían actores tan melancólicos, tristones, como faltos de energía.
Por lo general no despertaban mi simpatía, hasta que mamá nos enseñó, que no siempre tenían porque ser personajes que arrastraban sus penas.
Me resultaba difícil creer aquella tesis. Siempre tan blancos y flacos, intentando huir sin poder avanzar más allá del metro cuadrado que ocupaba su espacio vital.
Mi madre, nos daba la señal de alerta para que fuéramos corriendo a verlo en la tele, como si se tratara de la visita fugaz de la cola de un cometa, y que si no íbamos ipso facto, no tendríamos más oportunidad de presenciar aquel regalo de la naturaleza.
Y ahí estamos mi hermana y yo, mirando aquel hombre musculado, de tez tensa, con ojos como boliches, oscuros y brillantes.
Finalmente nos enamoró, y ya no dudábamos si ir o no a ver al actor, que salvó muchas vidas infantiles y judías.
Tenía preparado unos dos folios contando su vida de forma ordenada. Cronológicamente iba contando cosas sobre él, cual wikipedia aburrida y sin sustancia. Pero lo he borrado todo. Solo son datos y fechas. Circunstancias de la vida que le hizo salir corriendo de su Francia natal antes de que la GESTAPO lo matara por judío.  Eso ya pasó, no quiero contar desgracias, además ya aprendí la lección…

¡Los mimos no tienen por que ser personas triste!

No sé si fue antes o  después, pero a nuestras carreras televisivas, se unió otra imagen, la de Charlie Rivel.

- Éste si que es triste… (Pensaba yo)
-¿tantas lagrimas le caben en el cuerpo humano?

Aquello se convirtió en un duelo. Más tarde fueron los payasos de la tele y así, hasta los días de hoy, en los que no existen traductores del silencio.
Ya no hay ni Marceles, ni Charlies, ni payasos en la tele.
¡Miento! Si que hay payasos en la tele. Los políticos, esos si que me hacen llorar.

Un crítico dijo en una ocasión sobre Marcel:

-Marcel logra en menos de dos minutos lo que la mayoría de las novelas no logra en volúmenes.

Tal día como hoy, 22 de septiembre, se cumplen 4 años de la muerte de Marcel Marceau. 
Murió de forma natural, y de esa misma forma, yo lo quiero recordar.



María del Mar Benítez 


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