viernes, 4 de noviembre de 2011

Sudo por todos lados.



Sudo tinta
El verano se hace largo y yo, sigo aporreando las teclas del ordenador. Es como ir al gimnasio.
Para unos es vital dejar el sudor en la sala de maquinas. Para mí, es mejor dejarlo mientras escribo con la maquina.

Es como cuando te sirven un buen plato de comida caliente en un invierno duro.
Se suda mientras lo disfrutas. Yo disfruto mientras borroneo una hoja del doc.

Cada loco con su tema decía la canción. Yo no me meto con los que trabajan sus bíceps. ¡Qué no se metan conmigo si prefiero la oscuridad de mi cuarto! a la oscuridad de un cuarto oscuro.

Rayos UVA ¿para qué? ya tengo la luz blanca del flexo.
Yo no sudo por que si. Sudo tinta. Qué guste o  no lo que escribo,  es un riesgo obvio que olvido.
No estoy obligado a caer bien. Los que van al gimnasio si que lo están. Están programados para eso, además de pagar para que sea así.
Tomo café sin discreción. Los esteroides nunca me convencieron. Solo te inflan el cerebro. En cambio el estimulante color oscuro, me espabila hasta que decida dejar de sudar frente a la pantalla.
No juego con tonterías. No quiero perder mí tiempo.

Escribo para desaguar el liquido gris, que aunque tarde, decidí sacarlo de paseo. 

Nota: No recuerdo cuando escribí esto. Solo se, que lo escribí con un teclado nuevo.

La puerta blanca.





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