PRIMER NACIMIENTO
Y ASÍ FUE el comienzo. Nada importante
para nadie, ni para mí misma. Era
como un gajo más del árbol. Un brote
previsto y esperado. Como un cielo
más cumplido bajo los astros, igual
a como se cumplen en ellos mismos.
Eso era todo. Yo sólo añadía
un eslabón más a la cadena del tiempo,
claramente definido
y exacto entre todos formando fila
donde la vida podía fijar
palabras de amor y odio. Un punto más
para lanzar su alegría o su furia.
Ahora tenía que esperar, paciente,
la hora fijada para la cita.
Acudirían todos los problemas
nunca descifrados por adivinos.
Ninguna discusión podía ser
planeada mas allá de tan extraña
nebulosa, donde se entrelazaban
mezclando ideas y confundiéndolas.
Tenía que esperar. Se cumpliría
sin obstáculos la predestinación
escrita mas allá de los espacios,
de negación ulterior o presente.
Estaba ya estrechada por los brazos
de un ángel , dueño de mi vida toda .
Perteneciente Árbol de Espacio (1998)
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