lunes, 10 de octubre de 2011

Escribiendo y borrando

Llevo toda la noche queriendo y no pudiendo. Esa sensación me embarga y no dejo de darle vueltas y más vueltas. Queriendo y no pudiendo, que pendejada.
La tontería más grande que se ha podido clasificar.
Queriendo quererte y no pudiendo quererte, este sería un ejemplo, pregunto. ¡Qué va!
Es el miedo al jodido fracaso, al no encontrar la lengua perfecta en la boca adecuada. Es el querer ir en un auto perfecto, pero imaginándotelo en un utilitario de mierda.
Queriendo y no pudiendo.
Vaya mierda de pensamiento.
Suéltalo de una vez.
A ver, mujer indecisa, qué narices quieres decir.

Silencio.

Lo ves, falsa alarma. Esa sensación era puro antojo, puro deseo fingido. Que va, esto va mas allá, quiero escribir lo que soy y no puedo. Quiero interpretar mi realidad y no puedo.
Quiero ser feliz y no me dejo. Lo ves que al final era algo.
Si la escritura, mujer, no es capaz de sacar lo más profundo de tus cuestiones y revelarlas como se revela un secreto mortífero, para qué narices escribes.
Soñar con lo que desearías ser, sin pasar primero por el folio del presente, nena, no es un camino recomendable. Pasa, reconócete en cada letra y palabra y luego, siéntate como esta noche delante de la pantalla del ordenador e intenta formular esa estúpida frase.
Te aseguro, mujer, que será distinto. No habrá gerundios, ni negaciones, habrá presentes y futuros simples, sin componer, que las compañas, a veces, son malas.


Y te diré que ese texto que no te atreves a escribir tendrá un inicio, tal que así: Quiero y puedo...


Ahí te queda eso.....



©Lola Tabernas


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