miércoles, 14 de diciembre de 2011

Quiero GRITAR

Hay días en que las palabras solo saben salir a empujones y cargadas de mogollón de sentimientos, buenos, malos, raros, antiguos, nuevos. En esos días solo me da gana de GRITARRRRRRRRRRR
Gritar, porque no se hacer otra cosa con esta cantidad de pensamientos. Gritar a mi yo inconsciente  para que se espabile. Gritar a mi mano seca de movimientos para que se hunda en el mar de las palabras y se mueva al ritmo de mi corazón. Gritar al ojo que nada ve y que cuando hay que estar no está. Gritarle a mi mente que reaccione ante el mal para cuando venga el bien , saber disfrutarlo y gritarle a esa mujer que vive dentro de mi para que de una puta vez, comience a sentir. Cuan difícil es la vida de una escritora que frívoliza los sentimientos convirtiéndolos en palabras, apenas pasadas por su boca. Cuan difícil es la vida de una escritora que escribe lo que no siente , lo que no vive. Solo me sale GRITAR. NO QUIEROOOO, TE QUIEROOOOO, NO DESEOOOO, TE DESEOOO. Cuan difícil es la vida de una llama sin fuego, cuando quiero quemarse. Cuan difícil es vivir a través de los sentimientos de otros.
Cuan difícil es vomitar la bilis de lo que no vives, no sientes, no odias, no gozas. Cuan difícil es gritar a quien no conoces, que gritas por necesidad.

GRITAD, GRITAD, hasta el último aliento gritad, que es la mayor expresión de goce, de libertad.

©Lola Tabernas

1 comentario:

  1. A veces los gritos más sonoros son los que no se oyen. Aquellos que hay que "presentir", aquellos que por su lejanía o por su falta de voz no pueden ser oídos con los oídos. Los gritos del corazón suelen ser así y, aunque muchas veces los ahogamos en vergüenzas o en lágrimas solitarias, deberían siempre ser sacados afuera.
    ibso

    ResponderEliminar