viernes, 9 de marzo de 2012

En la punta de la lengua...

“Retrete” y la paradoja de su nombre

No me había planteado hablar de esta palabra, hasta que se la escuche a Pepe Maestro. Cuentero gaditano, que tuve el placer de conocer en el Festival de Narración Oral  “Cuenta con Agüimes"
Decía Pepe, que “Retrete” ya lo decía Santa Teresa de Jesús en sus escritos, refiriéndose a lo más oscuro y apartado del alma.
Ya ven, uno siempre pensando que el “Retrete” era: el escusado, la vasija, el lavabo, aseo, water, servicio, taza, urinario y seguro que muchas más definiciones que al final, nada tienen que ver con el significado original.
En el siglo XIX, se empezaron a instalar las primeras letrinas en los hogares, que por educación y razones obvias, se instalaron en los lugares más apartados de las casas. Esto provocó que poco a poco, le surgieran tantos sinónimos, como artefactos se le fueron acoplando, haciéndonos más confortable la vida.
La palabra “Retrete”, se convirtió en un vocablo de lo más vulgar para definir a este pequeño rincón de felicidad y esparcimiento para muchos, pasándose a llamar “Taza”.
Y yo me pregunto… ¿No es más asqueroso, definir el lugar donde das de vientre, como “Taza” que es el recipiente donde tomas el café con leche todas las mañanas?
No se yo, pero sospecho que a partir de ahora, me va a resultar complicado verme delante de mi desayuno, ¡con lo que me gusta alimentarme con una deliciosa taza de cereales con leche!, y tener que evitar la escatológica imagen de un “Retrete” punteado con grumos de cola -cao.

Mar Benítez

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