miércoles, 9 de mayo de 2012

El Zapato Viudo

Esta es la historia de un zapato que vivía feliz en el campo con su par. Los dos estaban siempre juntos, paseaban y corrían por el campo desbordados de alegría. Un día, su par tropezó y ambos cayeron.

     Cuando se levantaron, su par derecho tenía la punta destrozada y ahí empezó todo.

     En el pueblo donde vivían no había zapatero por lo que tuvieron que trasladarse a la gran ciudad. Allí, el zapatero atendió bien a su par pero tardaba en repararlo. Mientras, el zapato izquierdo permanecía solo y desolado en el cajón de una zapatera, preocupado por la incertidumbre de no saber nada de su par. A los tres días apareció su par pero nada más verlo, comprendió que todo cambiaría puesto que el par venía muy chulillo con la punta levantada y reforzada. Además, venía con un color diferente y llamativo debido a que fue “a la peluquería de los zapatos” para que le echaran el kanfort más caro que tuvieran.
      A partir de ahí, el zapato izquierdo se hundió en una depresión porque su par lo  menospreciaba y se reía de él. El zapato pensó que el amor se había acabado y tomó la decisión de retirarse de la calle. Un día, aprovechando que estaba algo suelto porque no estaba el cordón amarrado, decidió soltarse y tirarse bajo las ruedas de un camión. Su par se quedó muy triste al otro lado de la calle porque se sentía culpable de la desgracia.

Evidentemente, su dueño tiró al contenedor al par derecho puesto que los zapatos van en pareja y además, había perdido toda la alegría. El dueño estuvo triste durante mucho tiempo porque nunca había tenido unos zapatos tan llamativos y conjuntados.

Moraleja:

 Disfruta de tu pareja e intenta limar asperezas y cuando no haya solución para seguir juntos, intenta tratarla con delicadeza.
Puedes hundirla pero, sobre todo, puedes cabrearla.

Espero que en tu caso, tengas o encuentres el amor definitivo.


Manolo Romero
“El reciclador de zapatos femeninos”




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