viernes, 8 de junio de 2012

Y el Secreter es para…

Séraphine  Louis y la madre naturaleza

¡Llorando me la pasé en esta película! ¿Quién dijo que para ser artista hay que tener muchos estudios? ¿Qué imprudente, se atreve a decir que la sabiduría es solo privilegio de los poderosos?
Tonterías de los elitistas, que no ven a bien, que los que no han pisado una escuela, triunfen en terrenos que por ley, creen que les pertenece.
Séraphine, mi Séraphine, mujer de mirada triste, ausente en su mundo.
Otra prenda del cine francés que disfruté como una loca posesa.
Mujer marginada, por llevar las rodillas encostradas de fregar en posición fetal, el suelo de los ricos.
Historia verídica llevada al cine con un saber contar e indagar en la vida de una artista, pintora, soñadora y como no, una sabia desequilibrada, que mamó de la naturaleza los colores que ella misma se preocupó por llevar al lienzo.
Lavandera de día, virtuosa de las telas por las noches.
La historia de esta pintora francesa  es sencilla. Ella solo quería pintar, además de casarse. Su intención era tan solo sacar las voces de su cabeza, que la hacían girar sobre sábanas que tan amorosamente, guardaba en su minúscula habitación.
Personaje tierno, hábil con la lengua en sus repuestas y erudita con sus dedos en los cuadros.
Nadie la enseño. Jamás fue a la escuela. ¿Para qué? No necesitaba de ningún mentor para que la guiara en sus atractivos deberes.
Fue descubierta, artísticamente hablando, por el mismo marchante que descubrió a Picasso. ¿Qué más podía pedir? Un marido, eso era lo que le faltaba para ser completamente feliz. Sus hierbas salvajes para hacer los mejunjes con los que llevaría su pasión por la pintura a todo el país.
Séraphine Louis
El marido nunca llegó. Antes que eso, ganó una tormenta siquiátrica que la descolocó por completo, obligando a su tutor a internarla en un lugar vacío, falto del hábitat que ella tanto amaba.
Esta película es inolvidable para mí. Disfruté como una enana, sollocé mucho. Solo faltaba que no me emocionara con este personaje, al que con todo el placer del mundo le vamos a dar un Secreter de Oro, a la actriz Yolande Moreou, que descifró de forma tan extraordinaria, la vida y obra de Séraphine  Louis.
Como no iba a ser menos, también premiaremos el trabajo del actor alemán, Ulrico Tukur, por razones más que justificadas. Un personaje que está siempre a la vera de su nueva amiga, que entiende y comprende que el ser diferente, no te hace peor persona. Te hace grande.
Esta película, entre un festival y otro, recibió dieciocho premios, de los cuales ocho fueron para Yolanda, la actriz responsable de la magnifica interpretación de la diestra pintora. Al actor que interpretó al marchante de obras de arte, igualmente fue galardonado por su interpretación. Y así, hasta recibir tantos galardones como méritos, que cosechó mientras duró su vida en cartelera.
No la he olvidado, por eso me parece de justicia, quitarle el polvo al afiche de la Señorita Séraphine de Louis, y animarles, a que vean como sus dedos hinchados por la mugre de la alta sociedad, trabajaban sin descanso, dejando su vida en sus cuadros.

Ficha Técnica:
País: Francia
Director: Marin Provost
Actriz principal: Yaloande Moreau
Actor principal: Ulrico Tukur


Mar Benítez

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