lunes, 12 de septiembre de 2011

En la punta de la lengua

Babilonia la gran ramera

Ramera:

Este término, que define de forma despectiva, a la mujer que tiene como oficio relaciones carnales con hombres, o sea puta, y si de repente nos queremos hacer los finos, se prefiere decir prostituta, mujer de la vida, y un largo etc., tiene sus orígenes en el siglo XII. ¡Casi nada! 
 Debe ser por eso que también lo llaman el oficio más antiguo.

Durante la edad media, en muchos países la prostitución estaba considerada como un trabajo más. Incluso reglado por los municipios y con controles sanitarios. Como diría Mafalda…qué modernos los antiguos.
Sin embargo, las leyes no evitaban los abusos, engaños y vejaciones a los que estas mujeres estaban sometidas, bajo el yugo de los burdeles.

Es por ello, que estas damas interesadas en querer salir de los prostíbulos, y además, llevarse a su clientela, para que a estos les fuera más fácil localizarlas, enramaban con llamativas flores los balcones de sus casas.
De ahí, la palabra ramera, que viene de: enramar, entrelazar, enlazar, cubrir, enramarse.
A qué ahora ya no parece una palabra fea…


María de Mar Benítez

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