sábado, 27 de octubre de 2012

La puerta deseada...

Cartel de la película
Allen para desayunar. Fuerte. Pero para empezar el día no había ninguna otra opción mejor. Así que acomodo mi desayuno, leche, pan tostado, con ajos y aceite de oliva extra virgen y me dejo llevar por la belleza de París.
El dejarse llevar es, a veces engañoso, ya que a lo largo del viaje no quieres parar, ni siquiera cuando te sientes incómodo. Al sentarme a escribir esta crítica , quise ponerme a la altura del protagonista y ambienté este momento con música de Sidney Bechet. Sentía París en cada centímetro cuadrado de la habitación , ahora si, ahora podía recorrer los aspectos que me gustaron y los que no, ya que como el protagonista, abrí esa puerta que te permite acceder al pasado.
La idea , como tal, es buenisima, el sueño de todo escritor, diría mas, el sueño de cualquier ser vivo: acercarse, asomarse por un instante, por un segundo, mas bien largo, a otra época pasada y vivir, conocer, empaparse del ambiente que solo conoce por los libros de textos; por las historias contadas por sus antepasados; por cuadros colgados de una pared.
Vivir el pasado, como si fuera tu presente. El problema es que Allen, lo deja todo en un plano muy típico, tópico y superficial. Pasando por el actor, que no encaja, ni siquiera con la filosofía de Allen, ese ser neurótico, lleno de contradicciones, autodestructivo, pasa en esta película a dar la sensación de un pusilánime, que apenas disfruta de lo que está viviendo, solo piensa en un libro, en ese culmen que es ser un escritor, pero que apenas se empapa de las grandes figuras que conoce. Los demás personajes, los escritores, los artistas, pasan por la película de manera muy vista, con su ademanes conocidos, destacando los españoles que son un guiño de lo que representaron en el mundo del arte. Buñuel , lo retrata como un joven torpe callado, incluso hace el guiño de  evocarle una escena de una de sus futuras películas. Dali como un excéntrico que solo grita y bebe. Pablo Picasso , apenas habla, solo se pasa la película enfadado por los celos.
Me esperaba mas de la película, mas de esa fábrica que es , ultimamente, Woody Allen. Esperaba un verdadero cuento, un caminar entre dinosaurios, una ruptura entre lo que deseamos y lo que tenemos. Solo me encontré con la superficie de un proyecto que podía ser mas de lo que es, pero que aun así , entretiene.
La música merece un comentario aparte , genial. Te evoca, te lleva a ese  París de los años 20. Al París que esperamos encontrar en nuestro sueño vacacional.
Pero , bueno, no soy una crítica profesional, ni tengo tanto bagaje como para discernir sobre el cine bueno y el malo. Solo se que esta película con menos presupuesto y mas alma, hubiera sido la LECHE.
Así que espero que alguien recorra ese camino y poder disfrutar de esa cinta.
Au revoir, París.

 

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