No la había visto. Conocía su existencia pero nunca me preocupé por verla. Las críticas fueron malas, con lo cual, me dejé condicionar por eso y no hice ademán alguno por verla. Pero ahora, aprovechando que la ponían en la tele, me arropé en el sofá y me dejé caer por la curiosidad.
El perfume, historia de un asesino.
Apenas pasaron cinco ó diez minutos, me gustaba lo que veía. La historia tenía gancho, me decía a mi misma…
-El libro no sé cómo estará, pero hasta ahora, me está “molando” la película-
Un inciso, esta vez daré los premios de forma cronológica. Para no estropear el final.
A medida que pasaban los minutos, las dudas sobre el buen criterio de los críticos se me acumulaban de forma derrotista, y cada vez a mayor velocidad.
-¡Qué buena la ambientación de la película! Y los de maquillaje, vestuario y fotografía, porque vamos, ¡de fábula! Les ha quedado ¡de fábula! Y a los que se han currado el tema histórico, que nunca se acuerdan de ellos, hay que darles un Secreter por tener una cabeza también amueblada. Están muy conseguidas las imágenes-
Grata sorpresa me llevé, cuando veo a Dusttin Hoffman con su cara en polvorosa, haciendo un mini papel de perfumista en decadencia y falto de ideas nuevas. Lo cual provocó en mi una reacción mal hiriente, en contra de los especialistas cinéfilos. Y volví a cuestionarme…
-¡¿Pero qué es lo que está mal en esta película?! ¡Si el muchacho está sublime! ¡Poquito, pero bueno!-
Centrémonos pues, en la historia:
Jean Batiste, joven desprovisto de afecto, desarrolla desde su infancia un talento especial para captar los olores, que a las narices de otros, sería imposible adivinarlos. El joven, entra en éxtasis atraído por los perfumes desprendidos de los cuerpos de especial belleza. Colecciona cuerpos femeninos, al mismo tiempo que crece su valía en el trabajo.
El miedo se apodera de la aldea. Jóvenes muchachas, vírgenes todas ellas, desaparecen y aparecen con la misma facilidad que Jean Batiste, macera pócimas en su laboratorio portátil, a partir de los cuerpos despojados de vida. El último frasco, será para Laura.
Siendo el asesino descubierto es elevado a los altares por un pueblo que primero querían lapidarlo y acto seguido fue venerado. ¿Desconcierto? si, un poquito. Jean Batiste, no quería matarlas, solo quería amarlas, o tal vez, crear un perfume para esclavizar al mundo. Más yo, seguía con la seria duda que sembré sobre los críticos.
-No puede ser, la critica aquí se cebó sin compasión. Para mí que como mínimo, un secreter para los de ambientación y para el muchacho protagonista-
Y hete aquí, que mis nervios empezaron a tocarme la moral.
Allá vamos, a poner verde una película que daba por ¡buenísima!
No puedo decir que la imagen de la orgía en la plaza mayor del pueblo, me gustara. Es grotesca y sin sentido. ¡Allí no se gustaba nadie! ¡Madre del amor hermoso! que orgía tan poco natural. ¡Hasta la iglesia se bajó los calzones! Pero ni siquiera ese momento me hizo reír. Parecían un grupo de personas que practicaban por primera vez el nudismo. Cosa que no dudo. Pero chicos y chicas, un poco más de realismo ¡pongamos toda la carne en el asador! Ya que estamos…a lo hecho pecho.
Aquí no acaba la cosa, y empecé a entender el por qué de tanto palo al director.
El abrazo entre un padre muerto de dolor por la perdida de su hija, y el asesino, estropea nuevamente la imagen idílica que se me estaba formando en un principio. Y no tanto la acción, que eso es una visión más personal mía, si no exceso de dramatismo que hizo una vez más, que no me creyera la historia. Así que, como viene siendo habitual en mi, me guardo lo mejor para el final.
Como si se tratara de la lámpara de Aladino, el asesino abre el frasco con la mágica esencia, pidiendo un último deseo.
¡Hay, hay, hay, que mal vamos, que mal vamos! Aquello no parecía un último deseo ¡aquello parecía el un anuncio del desodorante “Axe” para hombres! ¿Saben a lo que me refiero? Como cuando el modelo entra en una discoteca y es devorado por una marabunta de mujeres, con la diferencia de que aquí, lo devoraron tanto hombres, como mujeres, niños y perros. -¿Y esto termina así? A que le escribo una carta a la productora quejándome de tal vil guión-
Aun con ese mal sabor de boca, aunque las tripas se me revolvían y tuve que dar mi brazo a torcer a favor de la critica. Hay que reconocer, queridos amigos y amigas que, en cuestión de imágenes, vestuario y ambientaciones en todas sus vertientes está bien hecha la película. Las cosas como son. Ya tengo plan para el fin de semana. He pensado que, tampoco está tan mal el ejercicio. Volveré a tumbarme en el sofá, con papel y lápiz, más que nada, por llevarle la contraria a la crítica, que tampoco se crean que son tan infalibles.
Ficha de la pelicula: Director: Tom Tykwer
Año: 2006Fotografía: Frank Griebe
Nacionalidad del film: Alemania, Francia y España.
Actores: Ben Whishaw en el papel de Jean Baptiste, Dustin Hoffman como Giuseppe Bacelolani
Alan Rickman como Antoine Richis, Rachel Hurd- Word como Laure Richis
Mar Benítez
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