lunes, 14 de mayo de 2012

Recordando a…

¡Cómo están ustedeeeeessssssssssss!

No había tarde que no dejáramos de verlos. Tan importante era sentarnos delante del televisor para ver a “Los Payasos de la tele” como la hora de la merienda. Las dos cosas iban unidas.
Miliky, Fofo, Fofito, Gaby y Milikito, sin lugar a dudas, hicieron el mejor de los recuerdos infantiles, que por aquellos años trajeron estos españoles afincados en Cuba, en la década de los 60 hasta los 80.
Nuestro sofá, el que nos arropó hasta que dejamos de caber en él, (recuerdo perfectamente que era de un skay rojo tremendamente doloroso para la piel en los días de verano). Se convirtió en el nido que nos servía, a las dos juntitas, como trono en toda nuestra infancia. Hablo de la de mi hermana y  la mía.
Como todos los niños y niñas de nuestra generación, las tardes de lunes a viernes, era un placer comerse el bocadillo de chorizo de Teror, yo y de Nocilla ella, cantando entre mordisco y mordisco aquello de:

                                         ¡Susanita tiene un ratón!
                                           ¡Un ratón chiquitín!
                                    ¡Que come chocolate y turrón!
                                         ¡Y bolitas de anííííííísssss!

¡Qué buen programa infantil! ¡Y qué momentos inolvidables nos hicieron pasar!
¿Alguien sabría decirme si en la actualidad, alguna cadena de televisión se ha molestado en recuperar, en fomentar, en atreverse hacer un evento televisivo para los peques como lo era “El circo de la Tele”? Me llevaré esa pregunta a la tumba, no tengo respuesta que darles.

De camisola larga y roja, zapatones de empeine ancho, pelucas acartonadas y de color zanahoria, guitarra en ristre, canciones divertidas, sketch más divertido aun, frases ocurrentes como:
-¡Rojo, amarillo y…..! Verdeeeeeeee

-Porque esto es una barbaridad muy barbara

-¡El mar idiota el mar!

-Señorita, es usted muy bonita y tiene la cara de una patata frita

-Gaby: ¿Por qué pones esa cara?
 Miliky: Porque es mía

Feliz año huevo!

En fin, era tanto lo que ponían sobre la pista del circo, que tendría mucho que decir. No podría reparar tan solo, en el extenso cancionero, que amenizaba la hora de programa.

No hace muchas semanas, escuché en la radio a José María Iñigo, contando como fue la última entrevista que él mismo, le hizo a Fofo, después de una operación quirúrgica en la cabeza. Es más, emitieron parte de la conversación, que resultó ser muy emotiva ya que fue su despedida, cosa que fuera del estudio el mismo Fofo le hizo saber a Iñigo…-Amigo, he venido a despedirme-
Días más tarde, Fofo, se fue.

Gaby el payaso más listo de los cinco, porque eso siempre tiene que estar bien claro en el grupote de los payasos. Tiene que haber uno listo, uno mimoso y el resto ¡tontos de remate!
Pues eso, que Gaby también se fue, dejando al circo, ya no solo al de la tele, si no al mundo del mayor espectáculo, huérfano de payasos.
Pasó la vida, y con ella, los años, que trajeron a “Dabadabada” con Verónica Mengot (personaje que yo imitaba muy bien en la hora del recreo). “Cajón desastre” con Miriam Díaz Aroca, “La Bola de Cristal”, con Alaska y demás movida de los 80…
¡Ojo! Que no digo que estos no me gustaran, ¡claro que seguía ocupando el sillón de skay! Afortunadamente “La bola de Cristal” fue el mejor programa infantil que se realizó desde que los payasos se retiraron definitivamente del mundo televisivo.
Y como no hay dos sin tres, para mi desgracia, con la adolescencia, llego “Sensación de vivir” serie a la que yo bauticé sarcásticamente, “Sensación de morir”. No se han escrito personajes más vomitivos para una serie de televisión, tan estúpidos, desde que Leticia Sabater le dio por repartir alegría al mediodía. ¿Quién fue el lumbreras que bautizó a los dos hermanos protagonista de tan infame serial con el mismo nombre, salvo por el cambio genérico? Otra pregunta sin respuesta. ¡Dios! menudo cuestionario me estoy labrando antes de morir. Quién sabe, a lo mejor San Pedro está dispuesto a disipar mis dudas.

Echo en falta a mi circo favorito. Aunque por la rama de los Aragón se han dedicado hacer cosas estupendas en la tele. Lo de ver a la familia unida al completo sobre el mismo escenario, como aquello, ya no ha habido nada igual.
Menos mal que, a pesar de todo, a pesar de que ya ni caso le hago a la tele, tengo los recuerdos bien almacenados en mi retina infantil. Menos mal que  todavía soy capaz de cantar aquello de:

-Vamos de paseo
¡PIPIPI!
-En auto viejo
¡PIPIPI!
-Pero no me importa
¡PIPIPI!
-Por que llevo tortas
¡PIPIPI!

Mar Benítez

 


2 comentarios:

  1. muy bueno, Mar y además...

    "Fíjate en el sol que brilla
    encima de la camilla....
    sin pilas ni enchufes a la red,
    puedes ver como en videocassette...

    Zoom, zoom..., culombio, culombio
    zoom, zoom..., y me pego un voltio,
    apréndete estas palabras
    son el nuevo abracadabra..."

    :)

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  2. Siiiiiiiiii!! que buenas canciones!
    Gracias a ti!!

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