sábado, 13 de octubre de 2012

EL PESO DE LA MEMORIA

Fotografía: Blog Juan Carlos Ortega
En ocasiones nos gustaría no tener memoria. O al menos, que la que aún nos queda fuera selectiva, y manipulable (a nuestro antojo, evidentemente). Así podríamos evitar revivir momentos y sensaciones que intentamos borrar con todo nuestro empeño, pero que al final regresan insistentemente dejándonos una pesarosa sensación de fracaso.
¿Por qué nadie inventa un botoncito de amnesia emocional aplicable al cerebro con el que discriminar recuerdos?
 "Elimine con un simple clic sus experiencias desagradables y pase página como si jamás hubieran ocurrido".
¿Por qué nadie formula un elixir del olvido con el que aniquilar las huellas de nuestros errores, de nuestras decepciones, ... de nuestras derrotas?

¿Por qué no se desvanece el dolor del pasado?

Texto y Música: Belén Naya.



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