martes, 20 de noviembre de 2012

En la punta de la lengua…

Dibujo: Andruzz
 Estoy… ¡que no me jallo!

A priori, suena más mal que bien.

"Jallarse" es lo mismo que decir, hallarse. Pero claro, nunca sonará igual si cuando lo dices, lo haces con acento canario.
"Estoy que no me "jallo" quiere decir, que uno se encuentra de una manera más bien incómoda.
Los chacras internos no coinciden con el estado de ánimo.
Esta sensación de disgusto, se conoce cuando alguna preocupación nos altera de tal forma, que no encontramos la luz al final de lo que sea.
No encontrarse a gusto con uno mismo, es de los estados de ánimos más extraños que el ser humano pueda experimentar. No por lo dramático, que no lo es, si no por la dificultad de encontrar solución al mismo.
Por ejemplo:

-Pepita Pérez me prometió que hoy vendría a pagarme el dinero que me debe. ¡Pero la muy sinvergüenza! ¡la hora que es del día y todavía no ha tocado el timbre!. Me tiene que si me va a buscar ¡no me va a jallar!
O este otro ejemplo:

-Con todo lo que yo he hecho por esa familia, y que todavía se atrevan a decirme que no los he apoyado. Estoy ¡que no me jallo!
Aun siendo una palabra difícil para el oído, a mi me gusta.
Cada vez se escucha menos o directamente, ya no se escucha.
Son las cuatro de la madrugada y estoy sentada frente al ordenador. Se podría decir que yo, estoy que no me "jallo".

No me "jallo" sí, eso es cierto, pero no me "jallo" en la cama.

Mar Benítez

1 comentario:

  1. Como todos lo vocablos locales,no son iguales dichos y explicados por u lugareño,que dichos por un forastero.

    ResponderEliminar