viernes, 16 de septiembre de 2011

Con los platos abiertos

¡Estás como la caja turrones!...

El turrón dicho así, solo turrón, ya lo inventaron los árabes.
Otra cosa es el turrón de alicante, merito de los del mediterráneo.
Ahora, el turrón de la fiesta, el del país, ése, es un invento Canario.

¡Qué suene la parranda!

Producto nacido en el siglo XIX y en barrios trabajadores como, San Nicolás, San José y el barrio de Schaman.
Un tiempo después, se fue acercando cada vez más al norte de la isla. Con la excusa de que había fiesta, en Moya, en Teror y en todos esos mundos de la cumbre, la caja turrones, (otra cosita tan bonita y curiosa de aquí y tan artesanal como la propia masa) se cargaba con la dulcería y se partía uno las espaldas vendiendo el postre que bendecía la fiesta.
Si no hay turrón, si los turroneros que portaban el producto hecho en casita, sin más gobierno que el de la propia familia, sin ellos bien puestos en las esquinas de las aceras, con el portalámparas y la sombrilla de loneta, es como si no hubiera festejo.
Ver una caja turrones en los pueblos de Gran Canaria, es y sigue siéndolo, señal de jolgorio.

-¡Jesús chacha! ¿Qué fiesta hay aquí ahora, que ya esta puesto el turrón de la fiesta?...

Entiendo, que el que desconozca este rico dulce canario, no me comprenda. Es tan difícil no tener un recuerdo de infancia, donde el moño del paquete envuelto en papel celofán amarillo, no asomara el josico en el frutero de la abuela, entre la manilla de plátanos y las naranjas recién cogidas.
Es tan raro no comerlo mientras pasa la procesión por delante de uno. Tan difícil de concebir un cortadito a media tarde, sin poder mojar la garganta raspada por la miga de pan y la almendra… ¡Qué rico está!
Mi buchito café con leche y mis paletas partiendo el turrón.

Con las fiestas populares llegan a los pueblos Gran Canarios y de forma excepcional a Tacoronte en Tenerife, el turrón de almendra entera, el molido, que es el preferido de los que no tienen dientes, el de azúcar, tan redondito y blanquito, ¡el de gofio! Chicloso, moreno y pegajoso, que como uno se descuide se tiene miel hasta en la chopa… Pero qué bueno esta…

Esta mañana, pase un buen rato buscando datos en Internet, que me ayudarán a confeccionar esta carta abierta al dulce fiestero de mí gente. Para mí sorpresa, resultó ser que yo tenía más información en mi cabeza que google en sus archivos para todo.
Qué afortunada me sentí cuando lo pensé.

-Este sabor no pertenece a ningún súper programa de la informática. Éste sabor, junto con el del helado de la fiesta, las jareas secas, los risis, el sal de fruta que te reventaba todo el paladar (Pero que bueno esta) ¡es mío!

Si existiera alguna similitud entre, el turrón de la fiesta, el turrón identificado por el planeta como producto típicamente Español (que ya digo yo que es tipical Árabe, no tipical Spanish) sería en el nombre y en que los dos llevan almendras.
El secreto es que nuestra almendra, es de doble tueste, por eso nunca se pudre.
El de Alicante se come solo en Navidad, y nosotros, estamos todo el año dándole al fruto seco que se incrusta entre los dientes. ¡Oiga! que no hay forma humana de sacar los cachitos de los empastes…Y que bueno está.

Hace mucho que dejé de ser como una caja de turrones, que va de fiesta en fiesta. Ya mi cuerpo no vale para eso. Hasta el médico me ha prohibido comer la golosina canaria.
Él no lo sabe. Es de fuera. No tiene ni idea de que nuestro turrón, es la salud de nuestra fiesta.

Ingredientes para cada tipo de turrón

Turrón de almendras enteras: Agua, azúcar, clara de huevo, almendra tostada, crema tártara, matalahúva y pan rallado para dar sensación de esponjosidad.

Turrón de almendra molida: Lo mismito que el otro, pero con la almendra molida

Turrón de Azúcar: Azúcar, agua, clara de huevo, matalahúva y limón

Turrón de Gofio: Azúcar, gofio, almendra, agua, miel negra, crémor, matalahúva y limón.

María del Mar Benítez

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