viernes, 16 de septiembre de 2011

En la punta de la lengua

¿Sabías que hay diferentes formas de llamar al cementerio, cementerio?



De forma coloquial, en México se le conoce como "El valle de los pirindolos”.
Antiguamente los cementerios mexicanos, estaban llenos de eucaliptos.
Con la llegada de la primavera, el suelo se llenaba de semillitas que el árbol dejaba caer, en pos del buen hacer de la naturaleza. Estas semillas tienen forma cónica. Se sabe que, de cono, a pirindolo hay mucho trecho, pero así es el lenguaje del prójimo. Uno le pone el nombre a las cosas más por inspiración divina, que por hacerle caso a la raíz original de las palabras.
No sonaría igual si dijéramos que, las semillas son aconadas, o  ligeramente curvadas en su parte externa, se escucha mucho mejor, si las llamamos de forma original, ¡pirindolos!
También es en México, donde podremos escuchar decir que los cementerios son huserío. Que tampoco me taladra el oído si lo oigo.

Ya Quevedo, Góngora y Borges, utilizaban La quinta del ñato, para hacer referencia a los cementerios en sus trabajos literarios. Se conoce como ñato, a las calaveras que no tienen nariz.
Esta palabra si que es nueva para mí…ñato

Por ejemplo, en francés, cementerio se diría cimetière, que si lo traducimos literalmente al español, quedaría algo así como: deposito de cosas inutilizables
Que poco cariñosos los francés. tanta dulzura con los perfumen y míralos, acumulando cuerpo en un depósito sin nombre…

En España, también podemos decir “El cortijo de los callados” , “La casa de los que no sufren”“Patio de los callados” y así hasta llegar a las formas más comunes, “Criando malvas”“Campo Santo” etc.

En Canarias, al igual que en Latinoamérica, cuando alguien se muere, la palma, se fue al otro barrio, ya descansó, dobló las carpetas, etc…
También decimos aquello de… Se fue pa las chacaritas.

¡Y pa ya que nos vamos! Para explicar un poquito, como nació esta expresión, tan Argentina.

Mausoleo de Carlos Gardel
Las Chacaritas o  cementerio del Oeste (que también se le conoce por ese nombre) está ubicado en la ciudad de Buenos Aires.
Con 95 hectáreas, (pedazo de cementerio), es el más grande de la ciudad.
En 1871 una epidemia de fiebre amarilla, arrasó con los habitantes de la capital, viéndose las autoridades, obligadas a hacer un camposanto bien grande.
Se instaló en un terreno ocupado por estudiantes, pupilos del colegio Real San Carlos.

El cementerio contaba con condiciones higiénicas mínimas. En un solo día, se acumulo ¡546 cadáveres! Que dejaron un perfume, de cualquier tipo menos embriagador. Los vecinos se hicieron oír con protestas y el cementerio fue cerrado en el año 1886. En este cementerio podemos encontrar a celebridades como: Carlos Gardel o  la recientemente fallecida, Helena Walsh.
Es una necrópolis tan espectacular que, incluso se organizan, visitas guiadas.

Añadiré una cosa a título personal. Tienen una página en Internet, donde se ve clarito, lo que han hecho para mejorar las instalaciones, los proyectos futuros, que nos podemos encontrar por allí, cosas que el ciudadano debe saber. Me ha sorprendido gratamente. Muy buena idea. No sé si esas medidas también se toman por aquí… estaré vigilante.
No por ser la última morada, tiene que ser la peor. Yo quiero morir rodeada de glamour, y este cementerio, otra cosa no tendrá, pero glamuroso, lo es un buen rato.

Un chiste bonaerense buenísimo para terminar:

Un señor en plena capital Argentina, quiere coger un taxi y le dice al taxista:

-Por favor, a Chacaritas…pero del otro lado de afuera…

Les dejamos, por si la curiosidad está desatada, el link del cementerio de Las Chacaritas:  http://www.cementeriochacarita.com.ar/


María del Mar Benítez

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