lunes, 21 de mayo de 2012

En la punta de la lengua…

Foto de  Teresa Correa
¡Eve mería!
¡A chino les sonará la palabra de hoy!
Sin ser ¡eve meria! también existe otra forma de nombrar a la madre de Dios, como excusa perfecta para quejarse de cualquier cosa. 
Anoche, escuchando a un compañero de clase, la recordé: ¡Oh meria!
Este palabro, nuevo para muchos, es el pan de cada día en el léxico canario, sobre todo en la gente de campo, entre las que esta  menda que les cuenta, siempre que pueda, hará un alegato de como somos los del Atlántico.
¡Eve meria! Que hay que decirla con las exclamaciones, porque si no, no tiene sentido.
¡Eve meria! Es una alarma cartelera, de que las cosas no van bien, o en su defecto, hace alusión a que:
-Fulanita de tal se va a casar con meganito, ¡eve meria! Con quien se casa fulanita-
O esta otra situación…
-¿y no pusiste las papas al fuego? ¡eve meria! Y mira que te lo dije, ¡chiquilla el diablo!-
Para quien todavía no haya acertado a cogerle el punto al significado de esta imagen auditiva, ¡eve meria! Es lo mismo que ¡Ave María!  y no me refiero a la de Bisbal.
Si David Bisbal, fuera a traducir su afamado estribillo al diccionario canario, le quedaría algo así:
                                                    ¡Eve meria!
                                              ¡Cuando serás mía!
                                        ¡Si yo pudiera todo te daría!
                                                    ¡Eve meria!
                                              ¡Cuándo serás mía!
                                 ¡Al  mismo cielo yo te llevaríaaaaaaaauuuuaaaaaa!
Más o menos, algo parecido, pero sin rizos ni cabriolas ¡POR FAVOR!
¡Eve meria! Resulta tan gracioso al decirlo, que hasta los que la conocemos desde la cuna, nos partimos de risa cuando la escuchamos, sea cual sea el contexto con el que se diga.
Implica algo más que un sonido que sale de la boca, es más que un significado.
¡Eve meria! Para que se entienda, es una palabra que va acompañada de lenguaje corporal. ¡Las manos son súper importantes! En jarra, expresión en la cara como queriendo decir ¡Ya tuviste que fastidiarla!
Otra forma de interpretarla, es con la ayuda de la mano derecha sujetando la barbilla al mismo tiempo que se niega con la cabeza, y decimos la famosa frase para dar a entender que, lo que el otro ha hecho, está mal.Tira más al enfado que a la conciliación. Es más un soporte de irritación, de desacuerdo, de mal humor, que implica ironía. Esto último hace que le quitemos hierro al supuesto drama.
Y es que siendo un anuncio de bronca, cosa curiosa, uno se parte de la risa. Simpática expresión.

Mar Benítez




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