viernes, 31 de agosto de 2012

Artes-Sanos…


Cuando la tela se coloca en un bastidor

El “Calado” es quizás la artesanía más importante del archipiélago Canario. Consiste en deshilachar una pieza de tela (preferentemente lino) preparándola así, para más adelante empezar a hacer los dibujos, o sea el calado.
Las piezas más abundantes en este tipo de artesanía son los juegos de mantelería, aunque se puede hacer de todo. Desde blusas, faldas, accesorios de decoración, talegas para el pan (paneras), ropita de bebe, vestidos de comunión, trajes de novias y todo lo que se le pase por la cabeza a la artesana.
Cada isla tiene su estilo. Por ejemplo, en Lanzarote, el dibujo más destacado se le llama Rosetas, y su preparación es mucho más laboriosa que la del calado normal.
En Gran Canaria, tanto como en el resto de las islas, el muestrario es muy amplio, al igual que el surtido de colores en las telas. Pero lo más común es encontrarlos en el blanco o beige.
Con los tiempos modernos, se añadieron los tonos pastel. Más tarde llegaron los rojos, azules marinos, algo de negro, amarillos chillones y derivados de todos ellos.
La gama de tonos se amplio, aunque en esos colores, el trabajo no se aprecia tanto, no lucen igual. ¡Ojo! Esta es mi opinión personal.
En la Villa de Ingenio, existen las mejores y mayor numero de caladoras censadas que existen en todo el archipiélago, según un estudio de la FEDAC (Federación Etnográfica de Siendo de Artesanos Canarios) Además de ser este municipio, el único que promociona esta artesanía con una pasarela, solo de moda calada.
En esta localidad del sureste de Gran Canaria, no hay mujer ni niña, que no sepa calar…Bueno si que hay una que no sabe…yo.
Esta artesanía, implica un trabajo muy minucioso, lo que encarece aun más su precio.
El lino se coloca en un bastidor que se hace específicamente para esta labor. Una vez sujeta la tela a las maderas, se comienza la labor de deshilachado. Acto seguido, comenzamos con el trabajo más duro, calar los dibujos.
Proceso Calado (Revista Bienmesabe)
Estos dibujos, tienen nombres de lo más exótico: Flor en tela, Mariposa, Palitos de fósforo (cerillas), Rehílos , flores y muchos más.
El trabajo de las caladoras, como otros tantos que tengan que ver con costureros, está reservado para las mujeres, mientras que serán los hombres, los encargados de hacer el esqueleto de madera.
El resultado final es muy bonito y espectacular.
Muchas de estas mujeres, a lo largo de los años y con el duro trabajo que envuelve a esta labor, terminan por llegar a su vejez, con los dedos hinchados por los pinchazos recibidos de la aguja que es  tremenda en tamaño.
No se crean que es una aguja normal de coser, es un pedazo de aguijón, que sorprende con su cuerpo.
Muchas de ellas, de las caladoras, no solo se quedan con las manos deformes, también se la juegan llegando a perder buena parte de su vista.
Por esta razón, por lo costoso de esta artesanía, no solo por el precio de la tela, si no el duro trabajo que resulta ser, se me hierve la sangre cada vez que escucho a alguien, quejarse por el precio de los calados.
Si, son caros, pero no olvidemos que las cosas hechas a mano, lo son, aquí y en Pekín.
Me parece una falta de respeto para las manos expertas de las mujeres que viven de una habilidad como es la que tienen estas señoras.
¡Entérense bien! los calados que venden los chinos son precisamente eso, ¡cuentos chinos! Lo que vende un artesano, es un AUTENTICO cuento de hadas.

Mar Benítez 

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