sábado, 31 de marzo de 2012

Una imagen...



-"La emoción es lo que realmente me mueve y me transporta. Vivo un momento y decido captarlo. Saco mi cámara y hago la fotografía"
-"No sabría categorizar mi obra pero toda ella se trata de una respuesta emocional a todo que tengo ante mí".
- Es maravilloso poder deambular por las calles de forma anónima",
Jessica Lange. Actriz y fotógrafa.

jueves, 29 de marzo de 2012

Kilometro 0...

“Au chien qui fume” ó si lo prefieren “El perro que fuma”

Hace como unos 27 años, emprendí vuelo rumbo París.
Con 24 años (ya pueden sacar las cuentas) y un montón de nervios en el estomago, salí por primera vez de la isla, yo solita, con un francés más que suficiente, para lo que yo lo quería. ¡Conquistar a La Tour Eiffel!
Qué decepción me llevé, cuando me coloco bajo sus faldas y mirando con desilusión aquella masa de hierro, que sigue siendo solo eso, una masa de hierro. Afortunadamente, no todo fue desencanto.
Y de eso les hablo hoy, del descubrimiento simpático y agraciado de los restaurantes franceses.
“Au chien qui fume” es un restaurante de los que cultivan el encanto.
Todavía no he explicado, qué hacía yo aprendiendo la lengua de los gabachos.
Con 24 años, ya rozas el límite de edad para poder trabajar de “fille ouper”. Con esa excusa la de trabajar cuidando niños, viajar, ver mundo, conocerlo, aprender otra lengua y convivir con gentes de otras culturas, para mí es sin duda, la mejor de las experiencia para balbucear una lengua, que no es la materna.
La familia con la que yo, no solo trabajaba si no que también compartía casa, mesa y mantel, habían organizado un fin de semana en una casa familiar, a las afueras de Versalles.
No estoy segura del nombre exacto, del bosque donde pasaríamos las mini vacaciones. Algo así como San Cristof, San Alejandro o San Joseph. Sé que era un santo, pero no recuerdo su jurisdicción.
Lo que si recuerdo es que la casona ¡era de película! Con sus armaduras y pasadizos secretos. Camas altas y cubiertas con colchas de terciopelo rojo. Cuadros donde figuraban personajes a cual más feo y amorfo. Ya les digo, una ¡pasada de refugio del siglo…! No sé cuantito. Se veía que años tenía unos cuantos.
Devuelta el domingo a San Cloud (vivíamos a las afueras de París) Hicimos una parada para almorzar, en el mismo corazón de Versailles.
Yo estaba encantada, solo faltaba que me salieran Los Tres Mosqueteros por cualquiera de los rincones de tan atractivo lugar.

-“El perro que fuma” María, este restaurante se llama “El perro que fuma” y ya veras por qué-
La mamá de los niños a los que yo cuidaba, me advertía de que algo muy curioso iba a ocurrir delante de mis narices.
Véronique Gouda (que así se llamaba la señora de la casa) además de guapa y lista, tenía un gusto exquisito a la hora de elegir los restaurantes.
Véronique trabajaba en el Museo de Artes Decorativas de Paris, ¡y hay que ver! que buen ojo tenía para saber si un cuadro era bueno o malo.
Nos sentamos cerca de un ventanal que daba a la calle. No había clientes y el ambiente era muy agradable.
En lo que nos traían el almuerzo, yo me levante y recorrí de forma circular el restaurante. Todas sus paredes estaban llenas de retratos de personajes populares. No necesariamente tenían que ser franceses, también habían muchos personajes políticos del extranjero.
Lo curioso del caso, es que las caras de estas gentes, no eran humanas, sencillamente eran personajes famosos con hocicos de perros.
¡Un cosa maravillosa! El hocicar que se me quedó grabado en la memoria, fue el retrato canino de Mijail Gorbachof.
¡Qué lugar más campechano! Dentro de la rigidez propia de los países fríos, aquello fue un relajo.
Mi ignorancia y yo, no sabíamos que pedir para comer, así que deje que ella lo hiciera por nosotras. Calamares con guarnición de papas. Tampoco es que se matara en la elección. Supongo que pensó que había sido suficientemente amable con llevarme a un restaurante elegante, como para que también tener que sorprenderme con un plato de la “nouvelle cousine”.
Yo tenía tanta hambre, que me comí hasta el perejil que adornaba tan fino manjar. Me dio igual, superé con creces las risas que se formaron en mi entorno por no haber dejado la fina hierba en un rincón, junto a la cubertería.
“Au chien qui fume” se instalo en Paris, en el año 1780. El de Versalles, fue fundado en 1839. Yo pensaba que solo había uno, pero después de tantos años descubro que no, que hay unos cuantos repartidos por todo el país.
No pierdo la esperanza, de volver a visitar tan bonito lugar. Hasta podría pedir los mismos calamares que tanta risa generó en aquella familia, llena de notas culturales.
Aquel almuerzo, el fin de semana, y la belleza del campo francés, convirtieron mi estancia en tan refinado país, muy a pesar de ellos, en una experiencia, inolvidable.

Mar Benítez

miércoles, 28 de marzo de 2012

El cielo como lienzo


Esta semana en El Secreter hemos tenido la gran fortuna de conocer y recrearnos en una de las artes mas colorista y efímera del mundo: La Pirotecnia. 
De la mano del gerente de Pirotecnia San Miguel , Antonio Padilla, hemos descubierto que tras nuestros voladores de siempre, hay tradición, voluntariedad, creatividad y ,sobre todo, amor y pasión a un oficio que pocas veces se dignifica. El viaje a través de la pólvora, de los colores, de los encargos raros y emotivos, de la historia de Ramoncito Martel , fundador de Pirotecnia San Miguel, fue único e irrepetible. Sentimos que no podamos compartir con todos nuestros secreteros/as , el programa de ayer, ya que por motivos ajenos a El Secreter, ha sido imposible rescatarlo. Así que pedimos disculpas no solo a nuestros secreteros , si no también a Pirotecnia San Miguel el no poder colgar el programa en este blog y dar a conocer el arte del fuego, la magia del ruido.
Damos las gracias a Pirotecnia San Miguel , por transmitir a través de D. Antonio Padilla, el amor, y la dedicación de una familia al sueño de un hombre  que ha contagiado la belleza y la ilusión a muchas generaciones de canarios.
Muchas gracias por la magia.

Les dejamos una de sus obras, un Piromusical, realizado en las pasadas fiestas del Pilar 2011, en Guanarteme, se sorprenderán, porque la música la reconoceran enseguida. Disfruten!

martes, 27 de marzo de 2012

Una caja de bombones

Imagínense que les acaban de regalar una caja de bombones, pero no una vulgar y corriente, ésta es del genuino manjar de los dioses, que dirían los mexicanos.
A la entrega del regalo, ya es posible percibir el hechizo del cacao.
Envuelta la caja en un delicado y fino papel (decorada tan solo con un elemento externo, una mini etiqueta donde se puede leer “felicidades”) Llega hasta sus manos, una ofrenda imprevista.

-Gracias- Dice el agraciado que recibe el presente

-De nada. Sé que te va a gustar- Contesta la visita.

Así me sentí, cuando terminé de leer “Nada del otro mundo” del ya asiduo en este blog, Antonio Muñoz Molina.
Este libro, que por cierto acaban de reeditar, está lleno de pequeños bombones bañados en suculentos misterios, donde lo mejor aparece al final, como en los buenos manjares.
Desenvolví el primero de los dulces, ceñido en pulcro celofán brillante.
Se preveía que su sabor sería óptimo en cualquier boca.
Un primer mordisco, me regalaba la intuición de saber cuál sería su componente mágico. Masticaba las letras sin sorpresas aparentes.
La pasta amorfa  huía hasta el paladar y ya engullida, me dio la oportunidad de adivinar que no era un típico relleno de buen comer.
La gota de nata se soldó a la campanilla y… ¡OH! ¡Sorpresa! el bombón no era exclusivamente de un sabor, tenía obsequio en su corazón.
Esta recopilación de 12 relatos es como una caja de bombones. Son como 12 misterios donde el autor, le va quitando poco a poco el embalaje, descubriéndole al lector, el misterio de la receta, el secreto del chef. Aquello era algo más que un relato bien cocinado. Fabulosa forma de mantener la expectación hasta llegar a un final, inesperado.

Fórmula bruja de Molina, que una vez más, ha conquistado los estantes de mi casa.


Mar Benítez


lunes, 26 de marzo de 2012

En el madrileño barrio de La Latina, a escasos metros del Teatro Pavón, se encuentra un clásico edificio con su clásica portería. Junto a la portería se halla la vivienda en la que, durante años, vivió la portera. Este espacio de 100 metros cuadrados se ha rehabilitado ahora para permitir que artistas de diferentes ramas tengan un sitio, peculiar y acogedor, donde mostrar sus trabajos.Un reducido número de personas, nunca más de treinta, podrán disfrutar de obras de teatro, conciertos y exposiciones. Si se trata de obras de teatro, los espectadores acompañarán a los actores por las diferentes habitaciones de la casa, siguiendo un itinerario que rompe con el concepto tradicional de ver teatro.La casa de la portera (Calle Abades, 24, Bajo D) se estrena el próximo 8 de marzo con la representación de la obra de teatro Iván-Off, dirigida por José Martret. Nueve actores darán vida a los personajes de esta versión actualizada de la obra de Antón Chejov, Ivanov. En ella aparece Iván, un hombre que lo tuvo todo en la vida pero que, al cumplir los 35, se hunde en la tristeza, la apatía y el mal humor. Este terremoto emocional hará que todos los que le rodean acaben también desestabilizados.La representación se desarrollará en dos de las habitaciones de la casa y tan solo 22 personas podrán asistir cada noche, de jueves a domingo, como espectadores. Para reservar las entradas, es preciso llamar al número de teléfono 649397571.
El cantautor extremeño afincado en Rivas Luis Pastor presentó, el 22 de marzo su último disco, '¿Qué fue de los cantautores?' coincidiendo con sus 40 años de carrera uniendo poesía musicada y compromiso político. El tema que da nombre al disco es una completa réplica a quienes abordan desde la nostalgia la canción de autor. Doce composiciones más integran un álbum donde la portada la ilustra un graffiti que el propio Pastor halló en el muro de una calle ripense. Repaso por los orígenes del géneroPastor (Berzocana, 1952) llegó a Madrid a principios de los años 60 y se instaló en una colonia del barrio de Vallecas. Con 16 años se compró su primera guitarra y, por esa época, ya escuchaba a Paco Ibáñez.
A los 18 cantaba en los centros de emigrantes de Alemania, Francia y Bélgica y en 1972 publicó su primer single: 'La huelga del ocio'.
El primer album de su carrera, 'Fidelidad', vio la luz en 1975 y, a partir de ese momento, combinó las composiciones para otros artistas con las que integraban sus propia discografía: 'Vallecas' (1976) 'Nacimos para ser libres' (1977)'Amanecer' (1981) 'Coplas del ciego' (1983) 'Nada es real' (1985)'Por la luna de tu cuerpo' (1986)'Aguas abril' (1988)'Directo' (1991)'La Torre de Babel' (1994)'Flor de jara' (1994-1995)'Diario de a bordo' (1996)'Por el mar de mi mano' (1998)'Piedra de sol' (2000)'Soy' (2002) 'Pásalo' (2004)'Dúos' (2006)'En esta esquina del tiempo' (2006) con poemas de José Saramago.

sábado, 24 de marzo de 2012

Claude


Lady M. , como se hacía llamar, apenas rozaba los dedos con la campanilla dorada de su habitación y en segundos, el leve ruido del mini badajo, de la mini campana, rodeaba la casa y llegaba a los oídos del mas leal de los sirvientes, Claude. Gran diva del cine europeo, Lady M, enjuagaba sus  lágrimas con ginebra y aderezaba las reuniones , cantando a cappela, canciones que pronto hacía suya. Nunca entendió el protagonismo sin un poco de sacrificio y descaro. Encendía su cigarrillo, pendiente de una boquilla, desafiando al vacío, elegantemente aderezado con el movimiento sutil de las pestañas, que cual aleteo mortal, cubría de pasión los labios de los gordos de la industria, que siempre querían verla en su cama. Claude, recogía las migajas de Lady M, esparcidas en el  diván de piel , regalo de su último amor, un joven londinense que quería pintarla en el atardecer de sus días y que adornaba su cama con guirnaldas de flores recién cortadas del jardín que, con tanto esmero, cuidaba Claude. Lady M, lloró su abandono, pero mas aún lloraba el ridículo al que había sometido su mundo. Una dama que había estado en las mejores camas del país y del extranjero; delicada amante y solicitada compañera de affairs sonadisimos, no podía verse relegada al abandono de un oportunista, fetichista y arrogante pintor del tres al cuarto. Pero  así es el amor o la desesperación por mantener lo que se fue , sin mirar lo que se es. Cada mañana, tras recoger lo que quedaba de Lady M, Claude, la subía a su habitación, la desvestía y con mucha sutileza y adoración, la aseaba. Desde que una mañana, Lady M, vomitó la fiesta de la noche anterior, Claude, antes de llevarla a su habitación, coloca en la mesilla de noche , una fuente de porcelana, regalo de un embajador chino, allá por 1960, llena de agua tibia , con aroma de vainilla y rosas. Tras quitarle la ropa, Claude comienza  el ritual del aseo a ese cuerpo que todavía le hace  temblar al primer contacto con la piel.
La primera vez que Claude vio a Lady M en la gran pantalla, el corazón dejó de latir, sintió que aquellos ojos negros se clavaban en él y le susurraban. Cuando la agencia de colocación, una de las mejores de Londres, le dio la dirección de su nuevo  trabajo, tuvo que ir varias veces a lo largo del día, para cersiorarse que era verdad. Trabajaría para Lady M, su musa, su estrella, su pasión.
Cada mañana, Claude da gracia a dios por poder tenerla para él lo que dure el baño. Agradece a todos los hombre que le han roto el corazón a Lady M, porque él siempre estará y recogerá, como nadie, lo que quede de esa mujer débil y frágil. Da gracias al alcohol , que anestesia el volcán de rencor de su amada y la hace descansar en sus brazos por un instante. Agradece al tiempo que todo lo estropea, por hacerla bella para él. Solo él, sabe admirar su belleza, esa que un día enamoró a millones de hombres y que hoy , es contemplada por el fiel Claude.

©Lola Tabernas

viernes, 23 de marzo de 2012

Mi tierra hecha voz

Que Canarias es cuna de muchos artistas, a estas alturas de la película, es tontería negarlo. Cuna , también , de las mejores agrupaciones masculinas a nivel, diría, internacional: Los Sabandeños, Los Gofiones, entre otros. Pero en esta pequeña reseña, queremos quedarnos con un grupo, con un sonido fruto de la convivencia entre tres continentes: Europa, América y África. Hablamos de La Trova. Fundada en el año 2003 y formada por amigos que provenían de distintas agrupaciones folclóricas, coros, grupos de rock y jazz, su sonido se llena de sones, rumbas, baladas, guapangos, rancheras, boleros, etc. Ya tienen su tercer trabajo musical, Olvida tus penas, donde podemos disfrutar con la historia del propio  grupo, canción por canción. Por esas cosas de la vida, mi hermana, comienza a bailar al son de la canción oficial de los últimos carnavales de Las Palmas de Gran Canaria, al preguntarle de quién era dicha canción, me sonrojo al ver que apenas salgo de Los Gofiones o Los Sabandeños. Disfruto como nadie de la mezcla de ritmos, de la calidad y calidez de las voces y de la ternura de sus letras. Pero por encima de todo disfruto de la alegría de poder bailar, gozar, saltar y reír, con algo de mi tierra. Tierra universal, que canta por amor al arte.
No olviden La Trova está para hacerles disfrutar,y Olvida tus penas.

 


Con los platos abiertos



Rapaduras. Comida de pobres

Mi madre nos contaba, que ella de pequeña esperaba a que la abuela terminara de guisar la leche, para pegarse al caldero y comerse los restos del líquido blanco, que se quedaba pegado en la orilla de la cacerola ya requemado y falto de sabor. Con este alimento, saciaba el hambre que en los años de la posguerra, habitaba en los estómagos de todo el país.
La “Rapadura” tan popular en La Palma, no era un producto exclusivo de esta isla. Se chupaban en todo el archipiélago, solo que en la actualidad, es ella, la única que las sigue comercializando.
Aquí, en las afortunadas, somos de paladar extremo. O muy picante (vease el Mojo Palmero y su mal llamada Pimienta de La puta La Madre) o nos decantamos por sabores extremadamente dulces (ron-miel, bienmesabe, etc.)
Miel, gofio y azúcar, mezcolanza ideal para hacerse un criadero de caries.
De forma cónica, pequeña en su mayoría, marrón en su origen y coloreada en su época más moderna, las “Rapaduras”, pasaron de ser un saciante del hambre, a un antojo infantil como lo pudieran ser hoy en día los chupachups.
No están en mi dieta, pero eso no quita que estéticamente y como historia culinaria de la tierra que me vio nacer (que diría estrofa popular), no las quiera a mi lado. ¡Las adoro!
Cuando trabajaba de cara al turista, no había cosa que me gustara más, que explicarle al visitante, como se hace una pella de gofio y como fue el nacimiento de “Las Rapaduras”.  Son parte de la dulcería más atractiva de la cocina Canaria. ¿Cómo no iba a pasármelo bien hablando de algo que sostiene viva mi memoria?
Envueltas en papel celofán, se presenta este dulce que si no llega a ser hechicero al gusto, si lo es a la vista.
Recuerdo tierno de generaciones que clamaban al cielo, un pizco de algo para llenar el vacío, que una guerra absurda (como todas) dejó huellas de miserias, que parece ser, hay algunos a los que todavía, no les conviene recordar.

Mar Benítez

jueves, 22 de marzo de 2012

Que mona va siemrpe esta chica....

'Política y moda. La imagen del poder' (Editorial Península). Así se titula el primer libro de Patrycia Centeno, una periodista especializada en política que es pionera en el estudio de la indumentaria como herramienta de comunicación política. En su libro somete a examen a numerosos líderes polítcos y miembros de la realeza desde un punto de vista al que no estamos acostumbrados: su indumentaria. Parece increíble cómo la elección del vestuario puede ser determinante en la recepción de un mensaje político. Por ejemplo, si un portavoz del Partido Popular escoge una palestina para dar un discurso, como hizo María Dolores de Cospedal en un mitin de Guadalajara de junio de 2010, se puede malinterpretar su mensaje.
En cuanto a ese uniforme político del que habla Patrycia Centeno, podemos ver cómo a lo largo de la historia la clase política ha hecho suya la imagen de un traje con una corbata, pero poco a poco vemos cómo ha ido cambiad esto, sobre todo desde la incorporación de la mujer en este campo. Las mujeres intentan salir de ese canon que se ha establecido, pero no siempre ese cambio es bien visto por los críticos.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Suspira letras

Esta semana en El Secreter , hemos tenido el placer de pasar unos minutos con un hombre divertido, interesante, conocedor de lo que habla y por encima de todo, amante de las letras canarias.  Accesible, cercano, amable, son adjetivos que definen a Juan Carlos de Sancho, pero por encima de todo un hombre polifacético: dibujante, guionista, escritor, editor y un largo etc.
Deseamos que disfruten de sus palabras y de su buen humor, como nosotras hemos disfrutado de su compañía. Así mismo, hemos conocido  la música de Mamen García, una gran artista que nos sorprende con su voz y su música.
Disfruten de El Secreter, les dejamos con el audio del programa y una selección de algunas de las obras de nuestro invitado: Juan Carlos de Sancho.

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martes, 20 de marzo de 2012


La basura de mí cuerpo

Pegamos por la cabeza,

Por su grasa y por su caspa,

Los piojos, si los hubiera,

Estarían en su salsa.


 
Oído, nariz y ojos,

Segregan unas sustancias,

Legañas, mocos y cera,

Si las pruebas saben rancias.


 
La boca, puerta de entrada

Hacia un mundo interior,

Fosa séptica que conecta,

Desde el ano al exterior.


 
Sobaco y pubis mejor con vello,

Donde hay vello hay hermosura,

Por eso castigaremos,

Al que su cuerpo rasura.


Ombligo origen de vida,

De todas las civilizaciones,

Un ombligo sin pelusa,

Es como un jardín sin flores.


 
Aparato genital,

Para hombre ó mujer,

Si eres humano, a lavar

Si eres animal, a lamer.


 
20 dedos, 20 uñas,

Con padrastros, con uñeros,

Con la raña y con los callos,

Me entretengo como quiero.


 
Es mí cuerpo mí alegría,

Mi pasión y mí recreo,

Me he jartáo a judías

Y por eso huele a peo.


 
PD: ¡Jo! Me ha salido que te cagas.


Mar Benítez

Feliz Día del Padre

El Secreter quiere felicitar a todos los padres, presentes o en los corazones de todos los hijos, con este poema, primera colaboración literaria de un hombre con mucho que  transmitir. 
Le damos la bienvenida a El Secretrer a Manuel Romero Estupiñan.

QUERIDO Y VIEJO AMIGO

Nunca voy a olvidar
el triste verano del año 2010
cuando tuviste que partir,
abatido y muy cansado.

Como balas punzantes
llegan a mi cabeza
los reproches del ayer.

¡Juzgaba y no valoraba!
Nunca puse en una balanza
por un lado las cosas buenas
y por el otro, las que yo consideraba malas.

¡Maldita hipocresía!
¡Maldita ignorancia!
Él trabajaba de sol a sol
por ofrecernos un mundo mejor.

Yo sé con seguridad,
que si fuese por ti,
jamás te hubieses marchado
porque tenías más miedo
a dejarnos solos,
que a partir al otro lado.

Tu afán de protección
era, a veces, excesivo,
ahora nos damos cuenta,
que era solamente por cariño.

Eras un hombre familiar y luchador,
que apenas necesitaba descansar
pues te sentías feliz trabajando
para podernos ofrecer,
un excelente bienestar.

Por tus padres trabajaste,
¡Nunca te quejaste!
Por tus hermanos trabajaste,
¡Nunca te quejaste!
Por tu esposa e hijos trabajaste,
¡Y tampoco te quejaste!
Con tus vecinos colaboraste
¡No te quejaste!

Acompañabas a todos los fallecidos
ya fuese en el entierro o en el funeral,
y si no tenías mucho trabajo pendiente,
asistías a ambos tan sonriente,
pues sabías que los familiares
te lo agradecerían eternamente.

Muchos preguntaban la receta
de los famosos calamares,
nadie sabía que el único secreto
era prepararlos con cariño, a raudales.

Ese sentido del humor,
que tenías en cada instante,
era una copita de más
que se servía al cliente respetable,
deseando escuchar otra historia
diferente, y siempre desternillante.

Felicidades a todos los padres pero, sobre todo, a los ausentes.
Manolo Romero. Un hijo agradecido.



La consagrada escritora de literatura juvenil Laura Gallego reconoce que lo suyo no es el género infantil, en el que se encuentra "más insegura", por eso para su incursión en el mismo con "Mago por casualidad" ha recurrido a su tradicional fantasía mezclada con un toque de humor.
Mago por casualidad, surgió de un cúmulo de "casualidades", al confluir la petición de un amigo de "darle una oportunidad" a este manuscrito que tenía guardado en un cajón desde hacía tiempo, con su compromiso con la editorial Bruño -la única que creyó en ella desde el principio- de hacer un día algún trabajo para ellos.De ahí que la escritora valenciana, que habitualmente publica con SM, se haya decidido a introducirse en la literatura infantil con la editorial Bruño, así como a donar el importe correspondiente a los derechos de autor de esta nueva novela a la organización Unicef.El libro, que estará en las librerías a partir del próximo 28 de marzo destinado a un público a partir de diez años y que ha sido ilustrado por José Luis Navarro, narra la historia de "Ratón", un joven que, sin buscarlo, se ve enredado con un hechicero malo que acaba convertido en cuervo mientras que el bueno de "Ratón" hereda, por casualidad, sus poderes.Con millares de seguidores entre los lectores adolescentes, Laura Gallego no ha querido, en esta nueva obra dirigida a un público más joven, olvidarse del género fantástico que tan buenos resultados le ha dado tras el éxito de las sagas de Crónica de la Torre y Memorias de Idhún.
Mago por casualidad es, según su autora, su libro "más desenfadado y loco", con personajes "disparatados" que dice, "han hecho reír mucho ya a todo el que se lo ha leído".No obstante, reconoce que hasta que no observe la reacción del público infantil, para el que esta tarde hay un acto de presentación en el centro cultural Conde Duque de Madrid, no estará tranquila, ya que con los libros de literatura infantil siempre tiene "miedo" de "no hacerlo bien".

lunes, 19 de marzo de 2012

Lo de esta chica, no es normal...

Nacida y criada en Colombia, aunque reside en Barcelona desde 1999, Catalina Estrada mezcla a la perfección todos los colores y la potencia del folklore latinoamericano y lo refina con un sutil toque de sofisticación europea. Su habilidad para crear mundos ilusorios fascinantes, llenos de colores, naturaleza y encantadores personajes, explota en todos sus trabajos: arte, diseño gráfico e ilustración.La fuente de inspiración para la artista viene de todo lo que sucede a su alrededor, una película, una conversación, un libro que ha leído, una canción. Pero sobre todo, es todo aquello que proviene de la naturaleza, sus colores, sus fascinantes y cautivadoras formas. El optimismo es el lema que transmite cada una de sus creaciones, llegando a los corazones de todos los amantes del arte.

sábado, 17 de marzo de 2012

Gente que hace cosas...

La Caridad de Cuba.Cuando uno acude a una actuación de artistas cubanos (hay que admitirlo) uno entra a ver la función condicionado. Damos por hecho que lo vamos a pasar muy bien. Que nos vamos a morir de la risa y que con toda seguridad, la actuación será una fiesta cubana. Estamos preparados para una buena salsa. Nos sentamos en la butaca predispuestos a bailar un danzón.
Con Caridad Rodríguez, lo que nos vamos a encontrar es algo más que un meneo de caderas. Que haberlo lo hay, pero también nos da otra visión de las leyendas orales de Cuba.
“El camaleón era un animal triste, cenizo”… La mezquindad de las personas.
A través de Doña miseria ó tía miseria, Caridad nos habla de la infelicidad del planeta. Del que ni mira, ni ayuda. Del quitate tú pa ponerme yo. Del dolor humano y sus consecuencias.
Nos traspasa las fábulas de su tierra, envuelta en unos vestidos llamados “Bubus” que vienen a ser algo así como túnicas de lo más coloristas, fluidas y tan volátiles como las historias, que traspasan la frontera en su boca, como fruta de mango.

Mar Benítez

Al pan pan

El pan forma parte de nuestra cultura y está presente en nuestra alimentación desde tiempos inmemoriales. Conocer mejor este producto, sus variedades, sus procesos de elaboración, su presencia en otras culturas, su evolución a lo largo de la historia, son algunos de los muchos aspectos que giran entorno a este alimento y que desconocemos.
La Diputación de Valladolid, dentro de su política turístico-cultural, se ha planteado la creación de un museo dedicado al pan, con un doble objetivo, por un lado que la gente de la zona pueda conocer mejor este alimento en todos sus aspectos, que son muchos y muy variados, determinante del paisaje, generador de riqueza y cultura, elemento básico en nuestra dieta diaria, etc. y por otro dar a conocer el pan de Valladolid fuera de la provincia. Con la ubicación del Museo del pan en la Iglesia de San Juan en la localidad de Mayorga de Campos, la institución pretende potenciar y dinamizar la comarca de la Tierra de Campos, como un elemento más, potencialmente generador de turismo y cultura. El Museo del Pan es un proyecto didáctico donde el visitante podrá contemplar no solamente la historia del producto origen del mismo, sino que contenga una parte práctica donde la participación de los visitantes sea tal, que se encuentren durante su visita en el recogimiento absoluto de lo que es la esencia del Museo.

Cuadernos de Hiroshima de Kenzaburo Oé

En agosto de 1963, el autor se dirigió a Hiroshima para hacer un reportaje sobre la novena conferencia mundial contra las armas nucleares. Oé se interesó de inmediato por los testimonios de los olvidados del 6 de agosto de 1945: ancianos condenados a la soledad, mujeres desfiguradas y, sobre todo, los médicos que luchaban contra los efectos tóxicos de la radiación. Oé vio en su heroísmo cotidiano, en su rechazo a sucumbir a la tentación del suicidio, la imagen misma de la dignidad. ¿Cómo otorgar sentido a una vida destruida? ¿Qué nos ha quedado de la catástrofe nuclear? ¿Quién podrá acabar con aquella parte de Hiroshima que todos llevamos dentro? Oé no da respuesta a ninguna de estas preguntas. Él sólo se interroga, y nos interroga. Y es así como su «reportaje» adquiere la dimensión de un tratado de humanismo de alcance universal.«Sus artículos nos permiten oír las voces de los supervivientes y nos describen su lucha contra las armas nucleares» (The New York Times Review). «Una crónica exacta y reflexiva que nos espanta pero también nos sirve de inspiración» (The Daily Telegraph).

viernes, 16 de marzo de 2012

El pescador y el piano de las siete rosas

Alguien me contó una vez que…
…El abuelo del abuelo del abuelo de su abuelo, le contó a su padre la historia que hoy voy a contar… Quiero decir que es de hace muchísimo tiempo.


Decía mi abuelo que en un lugar muy, muy lejano, vivía un joven pescador. Lo que más amaba en el mundo era su barco “Margareth” y su trabajo, claro, salir a pescar todos los días. Estar solo con la mar. Hablando con ella, respirando con ella. Sintiendo como la sal le engullía por dentro.
Por desgracia, un mal día, una enorme tormenta zarandeó a Margareth de un lado a otro hasta hundirla en lo más profundo del océano.
Llegó la tarde, le siguió la noche y al rocío de la madrugada todos en la bahía se preguntaban donde estaría el joven pescador. Sin esperanzas le daban por muerto.
Muy mal herido apareció tres días después, semidesnudo y sin saber muy bien que había pasado. Se había salvado de milagro. Solo preguntaba por su barco entre temblores y escalofríos.
- ¿Dónde está mi barco? ¿Dónde está mi barco?
Nadie sabía que responderle, todos conocían el amor que sentía por su viejo cascarón y la desgracia que suponía para él perderlo para siempre.
Estuvo seis días con sus seis noches sin hablar con nadie, casi no comía, las pesadillas le mantenían despierto. Tan solo el doctor tenía su permiso para visitarle.
Pero al séptimo día, sentado en el muelle y mirando a la mar que de un bocado le había arrebatado el alma, ésta empezaba a devolvérsela a trocitos. Una madera por aquí, el pedazo de su timón por allá, una cuaderna, un trozo irreconocible de la popa. Todo, pero a trozos muy maltrechos. Sin embargo para él seguía siendo su barco.
Recogió todos y cada uno de los pedacitos que la mar le devolvía. Los guardaba en el salón de casa. Llorando todas las noches y todos los días delante de aquel montón de madera astillada y húmeda.
Había cambiado de profesión y se dedicaba a ayudar a Jorge, el carpintero de la bahía. Así fue como después de un día agotador decidió hacer una mesa con los restos de Margareth. Se puso a trabajar en ello, tallaba y tallaba. Lo hizo durante cientos de noches. En la bahía comentaban que se había vuelto loco. Se pasaba las horas encerrado dando forma a cada centímetro de madera que tocaban sus manos. A los siete años hubo terminado y sacó su obra a la calle.
¡Un piano!
Un Piano reluciente, hermoso. Nadie en el lugar había visto nunca nada igual. De sus patas sobresalían dos rosas esculpidas con un detalle asombroso. Incluso las espinas pinchaban como las de las rosas de verdad. Otras dos rosas lucían también en la tapa idénticas a las que se dibujaban en la banqueta.
Él juraba y juraba, aunque nunca la enseñó a nadie, que en el interior del piano existía una séptima rosa. Presumiendo que su piano tenía una rosa tatuada en el alma.
Todos quedaron asombrados ante tal maravilla.
Hasta que el tabernero del puerto preguntó. (En todas partes cuecen habas)
-¿Para qué quieres un piano si aquí nadie sabe tocarlo? ¡Mírate! Has estado siete
años fabricando ese trasto. Hasta has envejecido, tu pelo es blanco, tu rostro triste y sin color. Tus manos tiemblan. ¿Para qué quieres un piano?
Rieron a carcajada limpia.
Mientras se mofaban del joven pescador, este se acercó al piano. El tabernero tenía razón. Pero sabía que no era un instrumento cualquiera. Sin preocuparle las risas y las burlas se sentó en el taburete. Abrió la tapa y el piano le sopló en la cara moviendo su flequillo blanquecino.
La brisa del mar asomaba desde el interior dejando el recuerdo de Margareth en el ambiente. Un instante inolvidable.
No pudo evitar que la sonrisa se dibujara en su rostro. Deslizó sus dedos suavemente en las teclas y comenzó a tocar de manera casi imperceptible. Sus vecinos y amigos callaron de inmediato. La música empezó a inundar la bahía. A cada nota le seguía otra. Melodías dulzonas sujetas a la fina cuerda de la nostalgia, como una cometa infantil mecida por el viento. El pescador sin percatarse de su nueva profesión disfrutaba de la creación a parpados cerrados.
No solo sabía tocar el piano sino que no podía dejar de hacerlo. Se sentía cerca de su piano, uno solo. Sus ojos se llenaron de lágrimas que no tardaron en salir. No estaba tocando el piano, era Margareth, él lo sabía y estaba hablando con ella. Estaba hablando con su barco.

Dicen que no paró de tocar el piano hasta el día que murió. Dio conciertos por todo el mundo. Le llamaban “El pescador y el piano de las siete rosas”. ¿Qué siente cuando toca el piano?- le preguntaron una vez y el contestó después de un largo silencio- …Es como navegar.
La historia no termina aquí. El último día que el Pescador y Margareth estuvieron juntos fue en el salón de la música de un vapor de pasajeros. Solo, después de la función, una niña de diez años bajó la escalera al salón, más guiada por la curiosidad infantil que por necesidad. Le había escuchado tocar y al ver el instrumento quedó prendada de las rosas que sobresalían del piano. Mientras el pescador tocaba, la niña acariciaba el piano de parte a parte.
El anciano dejó de tocarlo.
Miró a Hanny.- ¿Quieres tocar?
La niña abrió los ojos y sonrió
-No se tocar.- Dijo avergonzada.
-No hace falta. Margareth es un piano mágico.- susurró con la mano delante de los labios para que nadie les oyera - yo tampoco se tocar.
La niña miró las teclas con curiosidad.
-Si tocas las teclas sale música, no hace falta saber tocarlo.
El pescador le hizo una pequeña demostración. Hanny curiosa tocó una tecla con un dedo. Y la nota encajó perfectamente en la melodía, la nota perfecta en el instante justo.
-Lo ves. Siéntate.- Le dejó sitio y la incorporó a su lado.
La pequeña casi sin querer comenzó a tocar a dúo. Era maravilloso. Un juego simplemente maravilloso. El piano la guiaba en cada nota, en cada susurro.
El pescador dejó de tocar, dejándose llevar por la música que salía de los dedos de Hanny. Un milagro. Un pequeño milagro. No pudo evitar llorar como un niño, como el día que perdió a Margareth en el naufragio. Las lágrimas caían en las teclas. Ya no tenia fuerzas y lo sabía, debía despedirse de Margareth y ese era el mejor regalo que podía hacerle. Sin duda Hanna sabría hablar con ella.
Sin saber como, Hanny se encontró sola delante del piano. Y dicen que no paró de tocarlo nunca. Empezaron a salirle conciertos por todo el mundo. “La niña milagro” la llamaron. Hasta el último día donde simplemente desapareció.
En su lugar y tocando el piano a la perfección Hans, un niño de unos diez años. Y así, el piano de las siete rosas ha recorrido los mejores auditorios de la música acariciado por los mejores pianistas de la historia. Pianistas que solo una vez en su vida reconocían que no sabían tocar el piano. Siempre justo en el momento de la despedida.
Hoy día el piano existe. Los que lo han podido disfrutar de él dicen que es mágico. Y que se puede escuchar el sonido del mar mientras la melodía sale de sus entrañas. Ya no pisa los grandes salones. Pero sus notas nacen de la séptima rosa como el primer día.
Margareth se ha convertido en la octava maravilla del mundo y muchos la han buscado para gozar de su música y convertirse en leyenda.
Si alguien algún día te invita a tocar el piano, hazlo, aunque no sepas.



Marcos Machín Huguet

En el lugar de cualquier otro

¿Qué puede hacer la Pintura ahora? No sirve decir verdades, hay demasiada ya, casi siempre concisas y cargadas de interés. Ruido.
La pintura ¿Un respiro lúcido, entre un millón de lúcidas certezas, cortas, claras y elementales?
Silencio. Menos de un segundo
Me cansa discutir y pinto sin decir nada.
¿Arte Conceptual? ¡Todo es conceptual, hasta el L-casei! La pintura que me toca abre, no cierra. Yo no cuenta nada.Hazlo tú. Ocupa mi lugar, el lugar de cualquier otro, qué más da…
Siente, mientras piensas. Y cierra, abre, cierra, abre, abre…

Pedro Lezcano Jaén.

jueves, 15 de marzo de 2012

Regalando arte

La veterana galerista Juana de Aizpuru ha donado un conjunto de obras creadas por pintores y artistas andaluces de las décadas de los años 60 y 70 para que se exhiban en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) de Sevilla. El lote, todavía sin cuantificar, ya se ha entregado, pero probablemente aumente en los próximos días.

Aizpuru considera que estas piezas, “de valor incalculable”, “pertenecen a la historia del arte contemporáneo sevillano” y que “su sitio” está en esta ciudad. Entre ellas hay obras de Juan Suárez, José Ramón Sierra, Gerardo Delgado, unos “muy jovencitos” Juan Manuel Bonet y Francisco Rivas, o Federico Guzmán, entre otros.

Según Aizpuru, se trata de obras de valor “referencial” que serían “imposibles de vender”. “Para tenerlas guardadas y que no las viera nadie, mejor que estén en el CAAC”, explica. Con su entrega al museo con sede en el Monasterio de la Cartuja la galerista quiere apoyar al centro en unos momentos en los que su presupuesto para obras se ha reducido y dotar de “mayor coherencia” a la colección de la que ya dispone.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Sin aire

Así se ha quedado este mueble, cuando siguiendo un nombre descubre la belleza a través de una fotografía. No siempre lo que se para ante la cámara, emociona, pero, afortunadamente no es el caso. Desde la primera fotografía, Sara Yun, una joven canaria, muestra y demuestra que quien dispara es el sentimiento. Su fotografía, no te deja impasible, te hace parar, observar, alejarte y acercarte. Volver a mirar y pensar.
Si. Pensar. Emoción, sentimiento, pensamiento. No es una fotografía cualquiera, como nosotros no seremos los mismos , tras disfrutar de ella.
Blancos y negros potentes. Colores reveladores. Verdades sin disfraz, sin máscara, sin filtro. Fotografía de la buena, de la que duele.

Les dejamos con la obra de Sara Yun, así como la web donde pueden disfrutar de su trabajo.  No la perdamos de vista. Es una realidad.
http://www.sarayun.com/#!